Peritos argentinos que colaboran con las autoridades mexicanas en el caso de 43 estudiantes desaparecidos hace dos meses en Iguala anunciaron el martes la identificación de tres cuerpos de un grupo de 30 restos humanos hallados en fosas cerca de esa ciudad del sur de México, sin embargo, confirmaron que no corresponden a esos jóvenes.
Los forenses del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) trabajan en tres grupos de restos humanos, para identificar a los estudiantes de la escuela de maestros rurales de Ayotzinapa, Guerrero.
Los indicios de la investigación federal apuntan al basurero de Cocula, que no es el sitio donde se encontraron 30 restos enterrados, de los cuales tres fueron identificados esta vez, y la semana pasada ya había sido descartada su relación con el caso de los estudiantes.
"Las familias de estas tres personas identificadas ya han sido informadas", igual que el Ministerio Público federal, dijeron los forenses argentinos.
Las tres identificaciones se suman a cuatro personas de una familia desparecidos meses atrás, sin relación con los estudiantes, un caso anunciado por el procurador federal, Jesús Murillo, hace tres semanas.
El EAAF y los forenses federales trabajan en tres hallazgos distintos: el primero, en el cerro Pueblo Viejo –donde estaban los tres identificados este miércoles–; un segundo en el cerro La Parota (o Loma del Zapatero), ambos cerca de Iguala; y un tercero en un basurero y el río San Juan del municipio vecino de Cocula, donde se ha concentrado la atención.
De acuerdo con el último informe de Murillo, las confesiones de tres verdugos, entre unos 70 detenidos por el caso, condujeron al hallazgo de restos en el basurero municipal de Cocula, que fueron quemados y lanzados al río San Juan en ocho bolsas, de las cuales fueron rescatadas dos.
Los restos enviados a Austria
El EAAF confirmó este miércoles que entre el 13 y el 17 de noviembre pasados, un perito de su grupo humanitario, junto con miembros de la cancillería y de la procuraduría federal mexicanas, acompañó el traslado de los restos en esas bolsas del basurero y río de Cocula a un laboratorio en Austria.
El forense humanitario "acompañó el traslado y la entrega de una selección de muestras óseas provenientes del basurero y vera del río de la localidad de Cocula, Guerrero, al laboratorio del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Medicina de Innsbruck en Austria", indica el comunicado.
Esos análisis en Austria serán decisivos para confirmar o descartar los "fuertes indicios" del procurador federal Murillo de que los 43 jóvenes de origen indígena fueron asesinados, sus restos quemados y lanzados a un río por orden del alcalde de Iguala (200 km al sur) José Luis Abarca, quien está preso.
El EAAF confirmó que sus peritos acceden "a procedimientos y resultados obtenidos" al mismo tiempo que las autoridades federales, pero aún no hay plazos para la obtención de resultados de los restos de Cocula, debido a la degradación de los restos calcinados que fueron enviados a Austria.
El hallazgo del basurero de Cocula coincide con la descripción hecha por el sacerdote Alejandro Solalinde a Sputnik y luego al procurador Murillo, obtenida de testigos de la masacre, quienes le confiaron que los jóvenes aspirantes a maestros habían sido asesinados y los restos calcinados.
Los familiares de los jóvenes desparecidos han decidido confiar únicamente en los forenses del argentino EAAF, que llegó a Iguala dos días después de los hallazgos de restos, puesto que aún investiga en México la masacre de 72 migrantes ilegales en 2010.
Esa organización humanitaria, que trabaja con gran hermetismo, fue establecida en 1984 para investigar los casos de al menos 9.000 desaparecidos en Argentina bajo la dictadura militar (1976-1983), y ahora investiga con autoridad masacres en todo el mundo.
El caso ha causado la peor crisis política del gobierno del presidente Enrique Peña, en medio de una campaña nacional e internacional de protestas, marcada por brotes de violencia en la capital y el estado de Guerrero.
