El asesinato en la madrugada de este miércoles por un disparo en la cabeza del agente de la Policía Militar de Río de Janeiro, Anderson de Senna Freire, sumó el número 55 de la lista de policías militares asesinados entre enero y noviembre de 2014, según los datos ofrecidos por la Secretaria de Seguridad de Río de Janeiro.
El pasado lunes, el cuerpo del agente Ryan Procopio, de 23 años, fue encontrado en el maletero de su vehículo personal con señales de tortura así como con disparos de fusil de asalto y pistola.
La División de Homicidios de la Policía Civil sospecha que el cuerpo fue abandonado tras haber sido secuestrado y torturado por narcotraficantes de la favela de Vila Alianza, en la zona oeste de Río de Janeiro.
De los 97 policías fallecidos en 2014, el 56% fueron asesinados como represalia por su actividad profesional ya que de los 57 agentes, 40 de ellos se encontraban fuera de servicio en el momento de su asesinato y solamente 15 murieron en acto de servicio.
El principal objetivo de los grupos criminales, normalmente miembros de alguna de las tres facciones de narcotraficantes que operan en la ciudad (Comando Vermelho, Amigos de los Amigos y Terceiro Comando Puro), son los policías militares destacados en las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP).
Las UPP comenzaron su actividad en 2010 dentro del Programa de Pacificación de la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro con el objetivo de implantar estas unidades policiales en el interior de las favelas (palabra utilizada para designar los suburbios en Brasil) tras la expulsión de los grupos de narcotraficantes, muchas veces empleando el uso de las Fuerzas Armadas como ocurrió en Rocinha y el Complejo de Alemao en 2011 y en el Complejo de Maré desde mayo de 2014 hasta la actualidad, con una ocupación permanente de 2.700 militares.
En el caso de Ryan Procopio, quien desarrollaba su actividad en la UPP de Vila Kennedy desde junio de 2013, los traficantes de la vecina Vila Alianza habrían elegido la ejecución del joven agente como medida de presión contra las actividades de los miembros de la UPP en la región.
La misma táctica de intimidación estaría siendo empleada por los miembros del Comando Vermelho (CV) en las comunidades de Nova Brasília, Parque Proletario y Fazendinha (pertenecientes al Complexo do Alemao) donde los ataques a los miembros de la UPP se han vuelto rutinarios o en la comunidad de Rocinha, la mayor favela de Brasil, donde la facción Amigos de los Amigos (ADA) atacó el pasado viernes a un equipo de televisión de la cadena Globo.
El éxito del programa de las UPP fue la garantía que ofreció el Ayuntamiento y el Gobierno del Estado de Río de Janeiro al Comité Olímpico Internacional (COI) para la celebración de los Juegos Olímpicos de Río 2016 por lo que un aumento de la inseguridad podría perjudicar enormemente el desarrollo del mayor evento deportivo del mundo.
