El presidente español, el conservador Mariano Rajoy, clamó hoy que "España no está corrompida" y que la mayoría de los políticos "son personas decentes".
En un pleno monográfico sobre la corrupción en el Congreso de los Diputados, el mandatario anunció un paquete de medidas para "regenerar" la vida política y frenar la "indignación" de la ciudadanía ante los numerosos escándalos de corrupción que afectan estos últimos años a la vida política española.
La corrupción es la segunda preocupación para el 80% de los españoles, según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Sin embargo, la oposición en pleno arremetió contra Rajoy por carecer de "autoridad moral" en la lucha anticorrupción ya que su formación, el Partido Popular, encabeza la mayoría de los casos que están siendo investigados.
Ayer mismo, la ministra de Sanidad Ana Mato presentó la dimisión después de que un juez la citara a declarar como acusada por considerarla "partícipe a título lucrativo" de los delitos cometidos por su ex marido, Jesús Sepúlveda.
Su ex marido está imputado en denominado caso "Gürtel", una de las mayores tramas de corrupción urbanística descubierta en España y que afecta fundamentalmente a militantes y altos cargos del PP.
Sin nombrarla, Rajoy dijo entender la actual "indignación" de los españoles, pero añadió que "si afloran hoy tantos casos es porque se están combatiendo y las instituciones funcionan" y que "todo lo que sale a la luz habla más del pasado que del presente".
El mandatario se quejó de que "se comienza generalizando la corrupción, se culpa a los políticos, se sigue con la propia política y se acaba señalando al sistema", en una clara referencia a la nueva formación progresista Podemos, aunque no la citó.
"A partir de ahí no queda espacio más que para los salvapatrias de las escobas, cuyo único programa político consiste en barrer, con las consecuencias de todos conocidas", dijo.
"Sería un contrasentido que, quienes nos hemos propuesto regenerar la democracia utilicemos la lucha contra la corrupción, no para fortalecer las instituciones, sino como coartada para desestabilizarlas", estimó.
Pero Pedro Sánchez, líder de la oposición socialista, le contestó que su discurso "no es creíble".
"Tenemos un enemigo común que es la corrupción, pero no nos afecta a todos por igual; Nosotros no tenemos a nuestro tesorero en la cárcel, no nos hemos financiado con dinero B, ni tenemos sobresueldos; eso no ha pasado en mi partido", recriminó el nuevo líder socialista.
La oposición lleva 18 meses esperando a que "alguien responda por la Gürtel y asuma responsabilidades". El PP "se ha financiado ilegalmente desde hace veinte años", replicó Sánchez.
