Cataluña espera que la presión internacional mueva al Ejecutivo de Madrid a negociar una solución, declaró hoy el portavoz del Gobierno regional, Francesc Homs.
"Si el ámbito soberanista gana unas elecciones plebiscitarias habrá un entorno de presión internacional que obligará a Mariano Rajoy a negociar", aseguró.
Homs llegó esta mañana a Roma para ultimar los preparativos de la que será la próxima embajada de Cataluña en el exterior. Actualmente la región cuenta con delegaciones en Bruselas, París, Londres, Berlín y Whashington y para 2015 está prevista la apertura en Roma y Viena.
"El reconocimiento internacional es uno de los ejes que justifican la formación de la lista unitaria y la celebración de las elecciones plebiscitarias, que acabarán obligando al Ejecutivo central a negociar una vez celebrados los comicios", señaló Homs.
El portavoz aseguró que "habrá quienes no reconozcan el carácter plebiscitario y sitúen las elecciones con un carácter ordinario, por eso es importante hacer las cosas bien en el exterior". Sin embargo, admitió que las plebiscitarias "no son conocidas" y que "no hay precedentes".
A pesar de todas las conjeturas en torno a los comicios, Artur Mas todavía no ha propuesto ninguna fecha para esas elecciones.
Homs explicó en declaraciones para la televisión pública catalana, TV3, que el plan de Mas es hacer una lista unitaria con Convergència i Unió (CiU), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la Candidatura d"Unitat Popular (CUP) "para sostener el rumbo y el plan soberanista y obligar así al Gobierno de Madrid a negociar".
Si gana los comicios el bloque soberanista, el presidente de Cataluña tiene previsto abrir una legislatura de 18 meses "para construir un Estado catalán, que se proclamaría en 2016, una situación en la que el Estado español se vería obligado a negociar, no por voluntad propia sino más bien por presiones del exterior", aseguró el portavoz.
Respecto a este plan de Mas, el líder de ERC, Oriol Junqueras, aseguró que "generará muchas tensiones" con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, por lo que él sugiere "acortar los tiempos".
