El presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó hoy una ley que obliga a los miembros del Gobierno a declarar sus gastos, así como los de su cónyuge e hijos menores de edad, como parte de una campaña anticorrupción.
La norma, que entrará en vigor a partir del próximo año y afectará a las transacciones realizadas desde el 1 de enero pasado, se aprueba en medio de grandes escándalos de corrupción en los que se vieron implicados varios altos cargos del Ejecutivo ruso, como el ex ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, o la ex titular de Agricultura, Elena Skrínnik.
Según la ley, los miembros del gabinete deberán declarar todo desembolso que realicen ellos, sus cónyuges e hijos menores, “para adquirir inmuebles, vehículos, acciones o valores, por importe superior al total de los ingresos familiares obtenidos en los tres años anteriores a la transacción.
Los ministros también tendrán la obligación de informar sobre las fuentes de los fondos con los que financien esas compras.
