La razón del actual desencuentro entre Rusia y la Unión Europea respecto a la crisis en Ucrania es el déficit de confianza estratégica, afirmó hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien llamó a la UE a definir al fin los objetivos de una ambiciosa colaboración bilateral.
“Podemos decir que las relaciones de Rusia y la UE han llegado a su momento de la verdad. Para que la cooperación sea consecuente y eficaz hay que entender si realmente nos proponemos avanzar hacia los ambiciosos objetivos de una real colaboración estratégica. De lo contrario, seguiremos tropezando a cada paso con la falta de objetivos claros “, dice el jefe de la diplomacia rusa en un artículo publicado hoy por el diario Kommersant.
Lavrov reiteró que Rusia aboga por un futuro espacio “económico y humanitario común, desde Lisboa hasta Vladivostok”, que garantice la libertad de desplazamiento de gente, comercio de mercancías y servicios.
“La correspondiente propuesta del presidente Vladímir Putin está refrendada en la concepción de política exterior de Rusia”, recalcó el ministro.
Aunque de palabra los dirigentes de la UE comparten este objetivo, “estamos aún muy lejos de que este propósito sea determinante al aprobar Bruselas sus decisiones cotidianas”, enfatizó.
Al mismo tiempo, indicó, “en los enfoques de la UE persiste la tendencia de desarrollar las relaciones con sus vecinos solo por medio de su acercamiento a los estándares de la UE y seguimiento de la política de Bruselas”.
“Pero Rusia no se plantea el objetivo de ingresar en la UE, por lo que la cooperación entre los dos principales protagonistas del espacio europeo debe ser equitativo”, aseveró el ministro ruso.
Recordó que “en el espacio euroasiático se desarrolla un proyecto de integración de gran envergadura, que desde el comienzo mismo tiene en cuenta las posibilidades de su armonización con los procesos de integración dentro de la UE”, como puente entre Europa y el Asia-Pacífico.
“Nuestros socios de la UE deben tener plena conciencia de ello”, subrayó.
El titular de Exteriores indicó que el acercamiento de la UE y la Unión Económica Euroasiática (UEEA) que se está configurando no es un objetivo inmediato, pero sí viable, pues ambos modelos integracionistas se basan en principios parecidos y se apoyan en las normas de la Organización Mundial del Comercio.
“Es precisamente por eso que el presidente Putin, durante la reciente cumbre Rusia-UE en Bruselas, propuso estudiar la formación para 2020 de una zona de libre comercio entre la UE y UEEA”, dijo.
El ministro ruso recordó que últimamente hay quien dice que “no es el momento para plantear objetivos de gran escala en las relaciones de Rusia y la UE”, aduciendo tanto la situación en Ucrania como los planes de creación de una zona de libre comercio de la UE y EEUU.
“Claro está que cada quien toma su propia decisión. Pero es poco probable que el desarrollo de la cooperación entre los estados de Occidente les pueda compensar la necesidad de un intenso desarrollo con otros socios”, remarcó Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa desatacó que “en el mundo actual, global e interdependiente, la creación de oasis de bienestar es una tarea poco probable de conseguir, tanto a nivel político- militar como económico”.
“Más aún si se tiene en cuenta que Europa ya no es hoy el centro de la economía y política globales y debe contar con el crecimiento de otros centros de fuerza e influencia”, indicó.
“La historia europea confirma de modo fehaciente que la paz y la estabilidad en el continente fue posible en aquellos períodos cuando Rusia participó activamente en los asuntos europeos; mientras que los intentos de aislar a nuestro país invariablemente condujeron a procesos que degeneraron en las catástrofes de guerras mundiales”.
Lavrov señaló que muchos políticos y expertos de la UE comparten la convicción de que “la verdadera colaboración con Rusia es, de hecho, la condición indispensable para superar los fenómenos de crisis y garantizar el desarrollo económico y la influencia política de la UE”.
Al mismo tiempo, dijo, “los estereotipos de la pasada época siguen molestando a muchos en la UE a enfocar por lo grande el futuro de las relaciones con Rusia en el siglo XXI”.
El ministro ruso destacó la importancia de la conciliación ruso- alemana como •”acontecimiento no menos importante para Europa que lo que supuso en su tiempo la creación del tándem franco-germano”, que sentó las bases de la actual Europa unificada.
“El planteamiento de nuevos horizontes estratégicos en la cooperación de Rusia y la UE podría convertirse en lo que definen como factor que cambiaría las reglas de juego en bien de nuestros intereses comunes”, aseguró.
