El Ministerio ruso de Emergencias revisó al alza el viernes pasado el número de los afectados por la inundación en Siberia.
“Las comisiones formadas por comunidades regionales para calibrar el daño evaluaron en 51.500 el número total de las víctimas”, señala el comunicado del Ministerio.
En cuatro zonas de Siberia (las repúblicas de Altái, Jakasia y Tuvá y el Territorio de Altái) siguen anegados 15 poblados con unos 6.300 habitantes, según los datos correspondientes a la mañana del viernes.
Emergencias abrió 94 centros de alojamiento provisional que dieron refugio a 1.300 personas, incluidos 430 niños.
Fueron evacuadas a raíz del cataclismo unas 6.600 personas, la mayoría de las cuales encontraron albergue provisional en casas de sus familiares.
Las víctimas de la inundación en Siberia recibirán, en función del daño patrimonial que hayan sufrido, compensaciones de 10.000 a 100.000 rublos.
Rusia sufre anualmente crecidas e incendios naturales, a menudo a mayor escala de la prevista.
Este año el Ministerio de Emergencias había pronosticado crecidas poco fuertes en los Distritos Federales del Centro, del Sur y del Volga, pero no en Siberia.
La mayor inundación de los últimos años fue en 2013 por una crecida en el Lejano Oriente. Afectó a 100.000 personas y causó un daño económico de casi 40.000 millones de rublos (más de mil millones de dólares).
