El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que a unos kilómetros de la frontera rusa se está librando una guerra y Moscú está en su derecho de tomar medidas para proteger su seguridad.
“Al otro lado de la frontera se está librando una guerra con el uso de artillería, aviación, lanzaderas múltiples y, según algunos datos, misiles balísticos que se lanzan contra Lugansk. Todo ello, a tan sólo unos kilómetros de nuestra frontera”, dijo.
Subrayó que en su territorio Rusia tiene derecho de tomar decisiones que “considera necesarias para garantizar la seguridad”.
El jefe de la diplomacia rusa agregó que “se han dado muchos casos cuando los proyectiles (disparados desde Ucrania) alcanzaban el territorio ruso”.
“No lo consideramos actos premeditados”, precisó Lavrov pero indicó que aunque se tratara de un error, estos casos ocurren, provocando víctimas mortales y destrozos en el territorio ruso.
La provincia rusa de Rostov colinda con la región ucraniana de Donbás, donde se registran combates entre el Ejército de Ucrania y las milicias. Los puestos de control fronterizo de Rusia, por donde pasa gran parte de la ola de refugiados del sureste de Ucrania, han sido atacados en numerosas ocasiones desde el territorio del país vecino.