Rusia puede sustituir en unos tres o cinco meses la importación de los alimentos occidentales embargados por las mercancías de producción nacional, declaró el viceprimer ministro Arkadi Dvorkóvich en una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, este miércoles.
“Estamos trabajando con las cadenas (de supermercados) que antes no prestaban mucha atención a sus suministradores y preferían trabajar con los de otros países, ahora ellos se ven obligados a retornar a nuestros suministradores y empiezan a trabajar con ellos”, dijo Dvorkóvich.
Añadió que “en unas semanas con respecto a algunos mercancías, y entre tres o cinco meses con respecto a otras” será posible “aumentar notablemente los suministros de los alimentos de producción nacional”.
En respuesta Rusia cerró la importación de alimentos de aquellos países que le habían impuesto sanciones, entre los cuales se encuentran EEUU, los 28 Estados europeos, Canadá, Australia y Noruega. En la lista negra aparecen los productos cárnicos, aves de corral, frutas, verduras, lácteos, pescado y mariscos.
Posteriormente algunos puntos de esta lista fueron permitidos nuevamente, pues su sustitución resultaba difícil para Rusia. Se desembargó la importación de leche y lácteos sin lactosa, así como hortalizas de siembra, tales como patatas, cebolla, maíz híbrido y guisantes.
Los aditivos biológicos, tales como sustancias biológicamente activas, complejos vitamínicos y de minerales, sustancias aromáticas y saborizantes, así como concentrados de proteínas de origen animal y vegetal, también fueron excluidos de la lista de productos embargados.
