Las cajas negras del avión estrellado en Moscú en el que viajaba el presidente de la petrolera francesa Total, Christophe de Margerie, han sido entregadas para su análisis al laboratorio del Comité Interestatal de Aviación (CIEA), según un comunicado de la entidad.
"Una comisión del CIEA ha extraído los dos registradores de vuelo, la grabadora de voz y la unidad de registro de parámetros", dice el texto.
En estos momentos, los aparatos son trasladados al laboratorio de la CIEA, agrega.
El equipo del Comité es el encargado de analizar los datos de control terrestre obtenidos por la grabadora de voz de los controladores aéreos, los radares y las cámaras de vigilancia, así como evaluar las condiciones meteorológicas y las actuaciones de los controladores aéreos, los servicios terrestres y la tripulación de la aeronave siniestrado.
Por su parte, la portavoz de la Dirección Interregional de Investigaciones en el Transporte, Tatiana Morozova, comunicó que los investigadores interrogan al conductor de la máquina quitanieves con la que colisionó el avión de De Margerie.
Las informaciones sobre el estado del conductor, presunto responsable del siniestro, son contradictorias. En un primer momento, se informó que había salido ileso del accidente, aunque posteriormente la alcaldía de Moscú dijo que estaba grave.
El Comité de Investigaciones de Rusia también afirmó que el conductor de la quitanieves "se encontraba en estado de embriaguez" en el momento de la colisión.
Por su parte, el abogado del operario desmintió que su cliente estuviera borracho. "Siempre ha sido consciente de que su trabajo es de gran responsabilidad", aseveró el letrado.
Un avión ejecutivo Falcón 50, que se disponía a despegar con destino a París, se estrelló hacia la medianoche en el aeropuerto Vnúkovo-3, en las afueras de la capital rusa.
Además del presidente de la petrolera francesa, en el siniestro murieron otras tres personas.
