Moscú, 20 de octubre, RIA Novosti. Todas las grandes corporaciones rusas se habrán vuelto multinacionales dentro de cinco años, augura Alexander Livshitz, director de proyectos internacionales en el grupo metalúrgico Rusal, que la semana pasada pactó una fusión con otra empresa rusa, Sual, y la suiza Glencore para crear la mayor productora mundial del aluminio.
Las compañías rusas necesitan no sólo dinero sino también nuevos activos, y cuanto antes se acostumbren a esta idea los empresarios de otros países, más fácil será para ellos aceptar la venta de aquéllos, ha declarado Livshitz al intervenir en un foro empresarial.