Moscú, 19 de agosto, RIA Novosti. Rusia podría afrontar una escasez de agua potable a pesar de poseer enormes reservas de este preciado recurso natural. Así lo advirtieron el Consejo de Seguridad de Rusia y destacados científicos del país reunidos para analizar el tema, escribe hoy el diario Rossiyskaya Gazeta.
A Rusia le corresponde un 20% de todas las reservas mundiales de agua potable que parece que no se agotarán nunca. Sin embargo, el país eslavo también tiene graves problemas de agua, que no tienen que ver con sus reservas sino con el uso que se aplica.
Así, la Estrategia de Seguridad Nacional de Rusia hasta 2020 constata la amenaza de escasez de agua.
Los países afectados por la escasez de agua dulce. Infografía 
Según Nikolai Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad, en 2009 sólo el 38% de las poblaciones rusas contaron con agua potable que cumple con los requisitos de seguridad. Para hacer frente a este y otros problemas, se elaboró la llamada Estrategia del Agua hasta 2020.
Por otra parte, los analistas destacan que Rusia podría convertirse en un importante jugador en el mercado mundial del agua. Recientemente se ha propuesto solucionar la creciente crisis del agua en Asia Central construyendo un canal para trasportar agua desde Siberia. No obstante, este proyecto es muy cuestionado por expertos.
En opinión de científicos, en un futuro próximo lo que cotizará en el mercado incluso más que la propia agua son los productos industriales con gran contenido en agua.
Por poner un ejemplo, para fabricar una tonelada de ácido nítrico se emplean entre 80 y 180 metros cúbicos de agua dulce, la misma cantidad de telas de algodón requiere aún más, hasta 1.100 metros cúbicos de agua. Los precios de estos productos irán aumentando inevitablemente a medida que agudice la escasez del agua.
En estas circunstancias, Rusia tendría muy buenas posibilidades para hacerse con uno de los puestos claves de este mercado, ya que el país no sólo cuenta con grandes reservas de agua, sino también con todo lo necesario para desarrollar industrias que requieren agua y cuyos productos son cada vez más caros.
Según la ONU, alrededor de 700 millones de personas en 43 países sufren constantemente escasez de agua. Uno de cada seis habitantes del planeta no tiene acceso a agua potable limpia.
Sólo en un año, más de 20 millones de personas emigraron de regiones azotadas por el déficit de esta sustancia fundamental para todas las formas de vida.
