El acuerdo entre la petrolera rusa más grande Rosneft y del gigante energético estadounidense ExxonMobil sobre cooperación estratégica será de mutuo beneficio para las partes, creen los expertos.
Según condiciones del acuerdo, firmado el pasado 30 de agosto, Rosneft recibirá inversiones y acceso a las tecnologías modernas de extracción de petróleo, concediéndose a cambio a ExxonMobil el derecho de explotación de los yacimientos en las tierras árticas y en el Mar Negro.
Sacando entradas a las tierras árticas
Firmando un acuerdo con Rosneft, ExxonMobil recibirá una especie de “entrada” a las tierras árticas, donde se podrían aprovechar unas reservas de petróleo bastante grandes, explicó a RIA Novosti el Director General del Fondo de seguridad nacional de Rusia, Konstantín Símonov.- Es el principal beneficio para la empresa estadounidense”.
En la actualidad, las reservas de la región ártica es la única posibilidad de aumentar las reservas disponibles para grandes empresas extractoras, señaló en su entrevista con corresponsal de RIA Novosti el analista del Fondo de inversiones “Veles kapital”, Vasily Tanurkov.
El problema consiste en que Estados Unidos no ha ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y por lo tanto no puede delimitar los territorios marítimos y preceder a la extracción del petróleo en la plataforma continental, dijo Konstantín Símonov. De ahí su lógico deseo de iniciar la cooperación con Rosneft y poder acceder las reservas del Ártico.
“A pesar de que ExxonMobil trabaja en más de 100 países, tarde o temprano querrá trabajar en las tierras árticas. Y quien entre primero en estas tierras, gozará de una gran ventaja en comparación con otros”, prosigue el experto.
Beneficios para Rosneft
Al firmar el acuerdo, Rosneft consigue que la empresa estadounidense asuma el 100% de los gastos de la prospección. “Es el principal beneficio para Rosneft, cree Konstantín Símonov.- La parte rusa ha podido encontrar un socio que, siendo propietario minoritario (un 33.33% de las acciones), acepte asumir los gastos iniciales de la prospección geológica”. Esta condición le motivará a ExxonMobil a llevar a cabo los trabajos de prospección con rapidez y quedarse con una tercera parte de las reservas descubiertas.
Rosneft, por su parte, recibirá acceso a las tecnologías modernas de la extracción de petróleo: la extracción en Rusia se está desplazando hacia las regiones del este y del norte del país, donde las condiciones geológicas son más complicadas. Durante la Unión Soviética no se extraía petróleo en la plataforma continental y, por tanto, no se dispone de experiencia en esta esfera. Como resultado, Rusia necesita tener socios que la puedan asesorar sobre la extracción en condiciones complicadas.
“Extracción de petróleo en las tierras árticas no se realizará únicamente en la plataforma continental, sino también a una gran profundidad”, indica Vasily Tanurkov. Este tipo de extracción tiene unos costes muchos más altos y precisa de tecnologías radicalmente distintas”, concluye.
ExxonMobil tiene una gran experiencia de extracción de petróleo y gas precisamente en la plataforma continental del Ártico, en Noruega y Canadá”, señala el analista del Fondo de inversiones “Kapital”, Vitaly Kríukov. “En la plataforma continental de Noruega la empresa estadounidense extrae más de 4.000 barriles de crudo al día, es decir, el 10% de la extracción diaria del país”, prosiguió.- En la actualidad ExxonMobil dispone de todas las tecnologías necesarias”.
Además, ExxonMobil dispone de tecnologías de extracción de gas de esquisto. “Estas tecnologías después de cierta adaptación podrían ser usadas en Siberia Occidental en la extracción de petróleo de esquisto”, cree Kriúkov. En Rusia no hay tecnologías de extracción de este tipo de petróleo, cuyas reservas se estiman en miles de millones de toneladas”.
Además, el acuerdo es importante para Rosneft desde el punto de vista de prestigio: después del acuerdo fallido con BP para Rusia era importante encontrar rápidamente a un sustituto, cree Konstantín Símonov.
La segunda oportunidad
Rusia desde hace tiempo estaba buscando socios para realizar la explotación de los yacimientos de petróleo en las tierras árticas. A finales del año pasado Rosneft estaba negociando las posibilidades de cooperación en el segmento ruso de la plataforma continental ártica con la petrolera británica British Petroleum (BP).
El pasado 14 de enero las partes acordaron intercambiar acciones: según las condiciones del trato Rosneft iba a recibir el 5% de las acciones ordinarias de BP a cambio del 9.5% de sus acciones. Además, las empresas acordaron realizar de manera conjunta la prospección y la extracción de hidrocarburos en tres zonas del segmento ruso en la región ártica. Sin embargo, después de la demanda del consorcio AAR que presenta los intereses de los accionistas rusos de la empresa TNK-BP (Alfa Group, Access y Renova), la transacción fue suspendida.
El nuevo acuerdo prevé la posibilidad de la participación de Rosneft en proyectos conjuntos en América del Norte y terceros países, opción descartada en caso del acuerdo con BP, explica Vasily Tanurkov. Por otra parte, el experto duda que Rosneft participe en la extracción de petróleo en Texas o en el Golfo de México. “Es poco probable que Rosneft asuma los riesgos asociados y tampoco dispone de tecnologías necesarias, opina, este punto del acuerdo parece meramente declarativo. Seguramente Rosneft habría aceptado colaborar con ExxonMobil, incluso si no se le hubiera ofrecido el acceso a los yacimientos de Norteamérica.
No habrá intercambio de acciones
A diferencia del anterior, el acuerdo actual no prevé el compromiso de intercambiar acciones. “Lo más probable es que ExxonMobil simplemente no haya aceptado el intercambio de acciones”, supone Konstantín Símonov, en invierno BP se mostraba más dispuesta a cooperar, porque, después del accidente en el Golfo de México necesitaba desesperadamente buenas noticias”.
Para ExxonMobil, sin embargo, no tendría sentido ceder sus acciones. Precisamente por su negativa de intercambiar acciones se tuvo que inventar un complejo esquema que prevé la participación de la parte rusa en los proyectos realizados en el territorio de Estados Unidos. Es una medida publicitaria, llamada a presentar a Rosnefti como una empresa global.
Los expertos coinciden en que el acuerdo de Rosneft con ExxonMobil le traerá más beneficios que el fallido acuerdo con BP. “El intercambio de acciones es solamente la parte financiera de la transacción. Es mucho más importante participar en proyectos “reales”, obtener experiencias de explotación de yacimientos en la plataforma continental, posibilidad ofrecida a la parte rusa de acuerdo con el contrato”, subraya Vitaly Kriúkov.
Las condiciones del contrato
Los detalles de la transacción todavía ha de ser precisados, pero en estos momentos se sabe que ExxonMobil será propietaria del 33.3% de la empresa mixta con Rosneft que se encargará de la explotación de tres segmentos en el Mar de Kara. La partede Rosneft equivaldrá al restante 66.7%. La misma participación se aplicará a la empresa mixta que se encargará de la extracción en un segmento en el Mar Negro. El monto total de las inversiones en la realización de estos proyectos ascenderá a 3.200 millones de dólares.
Rosneft tendrá el derecho de participar en las plataformas de ExxonMobil en el territorio estadounidense- en el Golfo de México y en Texas -, así como en terceros países. Las partes acordaron además estudiar conjuntamente las posibilidades de explotación de las reservas de difícil extracción en Siberia Occidental.
Según el presidente de Rosneft, Eduard Judainatov, la transacción en cuestión permitirá “crear una magnífica base para la explotación de los yacimientos de la plataforma continental y el aumento de la eficacia de la extracción”.
El presidente de ExxonMobil, Rex Tillerson, señaló que una cooperación tan amplia permitirá crear una considerable capitalización adicional para las dos empresas. Las inversiones conjuntas se estiman en entre 200.000 y 300.000 millones de dólares y el impacto económico total, en unos 500.000 millones de dólares, subrayó el vicepresidente del Gobierno de Rusia, Igor Sechin, encargado de la supervisión del complejo energético del país.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
