Mujeres en la web: entre el sexismo y la libertad

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Grupos de mujeres han organizado una campaña contra el sexismo en las redes sociales, donde no es difícil encontrar contenidos que apoyan la violencia contra las féminas.

Grupos de mujeres han organizado una campaña contra el sexismo en las redes sociales, donde no es difícil encontrar contenidos que apoyan la violencia contra las féminas.

Las publicaciones de esta índole están prohibidas por las normas de Facebook, pero los usuarios a menudo violan la prohibición colgando contenidos dudosos y comentándolos cínicamente.

Es difícil, sin embargo, que este movimiento tenga apoyo en el internet ruso. En Rusia no sólo los hombres, sino muchas veces también las mujeres, están de acuerdo en que la víctima de la violencia de género tiene la culpa.

La campaña contra Facebook

Varias organizaciones en defensa de los derechos de la mujer han desplegado una campaña en la red mundial contra el sexismo. Las activistas aseguran que las redes sociales, y especialmente Facebook, permiten bromas y comentarios abusivos sobre violaciones y abusos a mujeres afirmando que esas páginas entran en la categoría ‘humorística’ de sus directrices, o que son muestras de la ‘libertad de expresión”.

En la página Change.org, un espacio de acogida libre y pública de peticiones por internet de carácter reivindicativo del cumplimiento de los derechos humanos, se publicó una petición contra esta situación apoyada por más de 200.000 personas. Los firmantes exigen eliminar los contenidos ofensivos y endurecer las políticas de uso de materiales colgados por los usuarios.

Aunque Facebook ya había anunciado la actualización de sus políticas y directrices en lo relacionado con el contenido “dañino y de incitación al odio”, tras recibir quejas en el marco de la campaña, los que firman la petición insisten en que la dirección de la red social se pronuncie más explícitamente contra el sexismo y lo erradique de sus páginas.

Las activistas sostienen que Facebook, como otros sitios web que utilizan contenido subido por los usuarios, se debate entre la libertad de expresión o ser un escenario para exhibir material ofensivo.

De hecho, las mujeres piden endurecer la censura en las redes sociales, que ya lleva a cabo un estricto control sobre dos eliminando algunos que son completamente inocentes. En otros casos un sistema falla en detectar y eliminar, pues el discurso de incitación al odio ya no funciona de forma efectiva, particularmente en relación al odio basado en el género. Por ejemplo, el grupo de Facebook que publicaba fotografías de las mujeres de la India violadas y las acompañaba de comentarios obscenos fue cerrado sólo después de grandes protestas de los usuarios.

Está claro que los moderadores de Facebook tienen que alertar sobre las páginas que publican comentarios misóginos o chistes sexistas. Lo malo es que las páginas pueden desaparecer pero el sexismo persistirá.

Internet ruso, fuera del debate

En las redes sociales en Rusia no se dan casos tan escandalosos como los que mencionan los autores de la petición en Change.org. Pero si se publica algún contenido sobre un caso de violación no faltarán comentarios de que la mujer “tiene la culpa”. Habrá alguien que sin falta escribirá la vieja estupidez de que “si la mujer no quiere, nadie es capaz de forzarla”.

Muchos rusos están convencidos de que si una chica va a una discoteca, conoce a un chico y le permite que la lleve a casa, si éste se propasa no pecará contra la ley ni la moral.

En Rusia entre 12.000 y 14.000 mujeres al año son víctimas de la violencia doméstica, cada 40 minutos en el país muere una mujer a manos de su marido o amante. Estas horribles estadísticas por lo visto no horrorizan a los que en el siglo XXI, en un estado laico y aparentemente civilizado comentan: “A veces conviene dar una paliza a la mujer para espabilarla”. Lo más asombroso es que las propias mujeres muchas veces comparten esta “filosofía” y condenan a la víctima del abuso en lugar de al violador.

Es por esto por lo que la campaña contra el sexismo difícilmente recibirá apoyo de internautas rusos y, en particular, entre las mujeres rusas. Parece que aún no hay costumbre de este tipo de cosas…

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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