Moscú, 4 de octubre, RIA Novosti. Esta semana el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, inauguró el restaurado malecón Krimski del río Moscova, la última pieza del “puzzle” que forma el mayor parque de Europa y que integra en su conjunto el famoso parque Gorki, el recinto Museón, los jardines Neskuchni y Vorobiovi Gori.
La superficie de este gigantesco pulmón verde de Moscú es de 300 hectáreas, 1,5 veces más que el territorio del principado de Mónaco o seis veces más que el Vaticano. La extensión de su rivera a lo largo del río Moscova es de 10 kilómetros.
Y si bien sus malecones pueden ser recorridos en un par de horas, para conocer sus rincones habrá que reservar un día entero.
“En realidad, uniendo elementos antes separados hemos logrado crear el mayor parque de Europa, con el malecón más largo del Viejo Mundo”, se congratula el primer edil de Moscú.
Antes de su reconstrucción el malecón Krimski - la guinda de este ambicioso proyecto - solo atraía a los automovilistas, que lo aprovechaban en calidad de aparcamiento para sus vehículos. También acudían aquí aquellos pintores callejeros que se resignaban a exponer sus obras en un lugar poco adaptado para ello.
Los 45.000 metros cuadrados de la nueva parte del parque son ahora irreconocibles, un sitio más donde los moscovitas pueden relajarse y olvidar los problemas de la gran ciudad.
Recorrer los senderos de grava, escuchar música o leer un libro sentado en un cómodo y bonito banco, pasear en bicicleta o tumbarse a respirar el aroma de las flores son sus atractivos menos sofisticados.
El nuevo ámbito se suma al plan de las autoridades capitalinas para embellecer el centro de Moscú y crear nuevas zonas de esparcimiento.
Hace dos años el emblemático parque Gorki, famoso escenario de las aventuras de espías occidentales en la capital soviética, descrito en muchas novelas occidentales, también vivió una gran renovación.
“Conseguimos que el parque Gorki recupere la fama del mejor parque de Moscú”, explicó el alcalde capitalino.
Hace dos años el parque Gorki era un lugar descuidado, que más bien cautivaba por su decadencia y las huellas vetustas de tiempos mejores. Aún así, a diferencia de ahora, había que pagar la entrada.
Ahora este parque, que acaba de cumplir 85 años, funciona las 24 horas. Sus variadas instalaciones se completan con un Wi-Fi potente pero también gratuito, que con gratitud aprovechan aquellos que ni en el parque pueden perder le pulso de la vida moderna.
Otros, entre tanto, disfrutan de las distintas ofertas deportivas, incluidas las de riesgo. Estas últimas están reunidas en el Panda Park, cuyas instalaciones se encuentran tendidas entre los árboles a alturas que a veces superan los 20 metros.
La administración del Gorki asegura que la renovación, que corre a cargo de los mejores profesionales del sector, continuará. Según los diseñadores, la modernización no ha de afectar la “esencia muy rusa” de la “marca Gorki Park”, conocida en el mundo entero.
Sabido es el apetito que despierta la actividad al aire libre. En el mayor parque de Europa también hay cabida para degustar la cocina de algunos de los mejores restaurantes y cafés de Moscú.
La historia de este “Mónaco moscovita” acaba de volver a comenzar, pero sus inicios ya le auguran una larga vida: los moscovitas se sienten muy a gusto en esta isla de calma en pleno bullicioso centro de una de las ciudades más pobladas del mundo.
