Realizará un viaje relámpago de tres días que lo llevará a Jordania, Palestina e Israel.
“Es un hombre de Evangelio, traerá un mensaje de paz que será significativo”, dijo hoy a Nóvosti la alcaldesa de Belén, Vera Baboun.
La visita, según subrayó el propio papa, será “estrictamente religiosa” y tendrá como principal objetivo “conmemorar el encuentro histórico entre el papa Pablo VI y el patriarca ortodoxo Atenágoras I” hace 50 años en Jerusalén.
Para recordarlo, Francisco se reunirá con el patriarca de Constantinopla Bartolomé y celebrará un encuentro ecuménico con los representantes de todas las iglesias cristianas de Jerusalén.
Francisco, partidario del acercamiento entre las diversas confesiones, viajará a Tierra Santa junto al rabino Abraham Skorka y el sheij Omar Abboud, dos líderes de las comunidades judía y musulmana de Argentina que trabajaron con él en favor del diálogo interreligioso cuando era arzobispo de Buenos Aires.
“El ahora papa y yo teníamos un sueño: peregrinar juntos a la Tierra Santa y se va a cumplir”, dijo el rabino Skorka en Jerusalén, donde indicó que esta visita fue “decisión personal” de Francisco.
El viaje –como las visitas de Benedicto XVI y Juan Pablo II, en 2009 y 2000– tendrá también el trasfondo político marcado por el conflicto entre israelíes y palestinos y la guerra en Siria.
Los palestinos esperan que el papa “que conoce nuestro sufrimiento, hable de la injusticia que vivimos”, declararon a esta agencia Elias y Julliet, un matrimonio palestino cristiano de Beit Jala, en Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde 1967.
Los cristianos palestinos, minoría en un territorio donde la mayor parte son musulmanes, podrán ver al papa de cerca en la misa que celebrará el domingo junto a la Basílica de la Natividad, elevada en el lugar donde la tradición dice que nació Jesús.
Francisco celebrará actos y ceremonias en los lugares más sagrados para los cristianos como el Santo Sepulcro, el Cenáculo, el Monte de los Olivos y el río Jordán.
Además, se reunirá con las autoridades jordanas, palestinas e israelíes y visitará el Yad Vashem (Museo del Holocausto) en Jerusalén.
Francisco indicó que durante su viaje pretende “rezar por la paz en esa Tierra que sufre tanto”.
Según el secretario del Vaticano, Pietro Parolin, el viaje podrá “ayudar a todos los responsables y a todas las personas de buena voluntad a tomar decisiones valientes en la vía de la paz".
