Crisis de gobierno en Francia

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Luis Alberto Rivas - Sputnik Mundo
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Francia tendrá este martes un nuevo gobierno tras la crisis provocada por el Ministro de Economía, Arnaud Montebourg, que el domingo criticó duramente a su propio gabinete por seguir insistiendo sobre la reducción del déficit público y lo que él califica como política de austeridad.

El jefe del Estado, François Hollande, ha pedido a su primer ministro, Manuel Valls, que forme un nuevo equipo de gobierno «en coherencia con las orientaciones que él mismo ha definido para el país».

Como ocurre en otros países europeos, en Francia se enfrentan dos tendencias con soluciones diferentes para afrontar la crisis económica. Los partidarios de la reducción del déficit público para sanear las cuentas y acabar con el endeudamiento, y los partidarios de la inversión pública y el alejamiento de las políticas de austeridad de la que se culpa a Bruselas y a Berlín.

El problema es que en Francia esas dos tendencias conviven dentro del partido que gobierna y se refleja también en el grupo parlamentario socialista, que cuenta con un grupo disidente que puede poner en peligro la propia mayoría en la Asamblea Nacional.

Hollande y Valls dejaron claro hace pocos días que no cambiarían de orientación económica, a pesar de las críticas internas. Montebourg y otros miembros del gobierno, como el ministro de Educación, Benoit Hamon,  la titular de Justicia, Christiane Taubira, y la responsable de Cultura, Aurelie Filippetti, han manifestado en múltiples ocasiones sus críticas hacia la política del gobierno del que forman parte.

Arnaud Montebourg no es precisamente un líder izuierdista. Es más bien un soberanista anti europeo cuyas posiciones populistas le han llevado a veces a coincidir con la líder del Frente Nacional. Para muchos analistas, el ataque de Montebourg a la línea económica gubernamental forma parte de una estrategia para colocarse en primera línea de la carrera dentro del Partido Socialista en la lucha por la candidatura interna de cara a las elecciones presidenciales de 2017.

Ello no puede ocultar que dentro del Partido Socialista se siguen enfrentando dos facciones irreconciliables: los socialdemócratas que apoyan la actual línea política y económica de Hollande y Valls, y un grupo que se sitúa más a la izquierda y que, incluso, podría dejar en minoría a su propio gobierno y provocar una crisis mucho mayor que podría desembocar en una disolución de las cámaras legislativas.

 

*Luis Rivas, periodista. Ex corresponsal de TVE en Moscú y Budapest. Dirigió los servicios informativos del canal de TV europeo EuroNews. Vive en Francia desde hace más de 20 años.

 

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK

 

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