Texto para armar en el Cortazario de Julio Centénar

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A la manera de Borges, quien le publicó el cuento “Casa tomada” en la revista “Los anales de Buenos Aires”, se puede decir que Cortázar “es menos un literato que una literatura”.

Este artículo se puede leer en el orden tradicional. O empezar por el párrafo 3 y seguir el orden que se indica al final de cada uno de ellos.

1 — Existe una forma de trascendencia literaria que va más allá del fervor imprevisible de los lectores y del interés circunstancial de la crítica: aquella en la que autor y personaje son uno. Ella es la que inmortaliza al “Cronopio Mayor” Julio Cortázar, de quien este 26 de agosto el mundo de las letras festeja el centenario de su nacimiento.

— Hay mucho de Julio Cortázar en el Morelli de “Rayuela” (1963); de hecho, un libro pensado por dicho personaje, “que se quedó en notas sueltas”, fue la semilla de “62/Modelo para armar”, la obra más experimental del escritor argentino. No obstante ello, prefiero recordarlo como uno de sus “desordenados y tibios” cronopios, seres sensibles, imaginativos, soñadores y plenos de humor que, al igual que su creador, “no aceptan las cosas como les son dadas”. [5]

3 — Libertad y humor son palabras claves para acercarse a la obra poliédrica de Julio Cortázar, “el argentino que se hizo querer de todos”, según lo definió Gabriel García Márquez. Explican esa búsqueda incesante de un lenguaje nuevo para una realidad fractalizada, ese escribir un poco en broma que él mismo define como su “manera cuando quiero decir las cosas que cuentan”, sabedor de que “por el humor […] se llega a veces a lo más hondo”. [2]

4 - En “Rayuela” se esencializa todo el “boom” de la novela latinoamericana: es parejamente fundación y epifanía, espejo y centro, cuando se erige en crítica de “la monstruosa hipertrofia de algunas posibilidades humanas (la razón por ejemplo)”, que anuncia la desmesura de Gabriel García Márquez en “Cien años de soledad” (1967); cuando se aboca a la ardua estructuración y montaje de planos temporales que prefiguran al Mario Vargas Llosa de “Conversación en la Catedral” (1969), y cuando se prodiga en la abundancia de referentes culturales que anticipan al Carlos Fuentes de “Cambio de piel” (1967). [6]

5 — “Rayuela” es la negación creadora de la novela como género. “Contranovela” la llamó su autor, un “hippie” cercano entonces a los cincuenta años, que abandonó la comodidad de la casa materna (su cuentística notable) para desafiar el canon novelesco establecido y proyectar “la imaginación al poder”. De ahí el éxito arrollador de “Rayuela” entre el público joven que aceptó inmediatamente el juego que desde el título les proponía el escritor, la complicidad del cuestionamiento más que la certidumbre de la tradición. En ese sentido “Rayuela” es también la revelación de una época, la de los años sesentas del pasado siglo, una década marcada por la transgresión en todos los ámbitos, del social al sexual, de la Revolución cubana y su guevariano “hombre nuevo” (el lector-cómplice cortazariano) a “la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa”, para decirlo de una buena vez en gíglico. [7]

6 — Se puede aclamar o denostar a Cortázar por su asunción de una ideología hoy acaso “demodé”, pero es innegable que su obra jamás condescendió al ditirambo y a la complacencia. Su congruencia ética (el compromiso) se nutre de su coherencia estética (la experimentación), como lo evidencia en el “Libro de Manuel” (1973), un pastiche de recursos expresivos que dinamitan la lectura lineal y sustentan su denuncia de la represión en la Argentina de los años 70, un texto urgente que le valió “palos a derecha e izquierda, porque la gente de derecha […] se ofendieron mucho porque el escritor que siempre les había dado libros apolíticos les soltaba un libro que no les gustaba ideológicamente. Y mis compañeros de la izquierda también se enojaron, porque consideraron que no se puede escribir una novela sobre cosas tan graves como las que están sucediendo allá”. [1]

7 — A la manera de Borges, quien le publicó el cuento “Casa tomada” en la revista “Los anales de Buenos Aires”, se puede decir que Cortázar “es menos un literato que una literatura”, una literatura que postuló no sin detracciones una nueva forma de leer –como las vanguardias pictóricas del siglo XX propusieron una nueva forma de visualidad–; una literatura donde fantasía y cotidianidad son ámbitos entreverados, no mundos divergentes; una literatura que al igual que el jazz que tanto amaba refleja la personalidad de su creador y se prodiga en “solos” arduos que sólo el genio creador hace parecer fáciles; una literatura cuya sostenida coherencia estética, que adoptó formas tan diversas que a veces parecen excluyentes, se puede asimilar a lo que musicalmente se define como “swing”, sobre todo en la certera definición que hace del término el trombonista estadounidense Tommy Dorsey y que también se aplica (y explica) a Cortázar: “concepción creativa para enfrentar cualquier desafío que el mañana pueda presentar”. [4]

De “Historias de cronopios y de famas” (1962)

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Historia verídica

A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caro, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.

Ahora este señor se siente profundamente agradecido y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.

Conservación de los recuerdos

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: “Excursión a Quilmes”, o: “Frank Sinatra”.

Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: “No vayas a lastimarte”, y también: “Cuidado con los escalones.” Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.

 

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

 

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