El consorcio ruso Gazprom comenzará a partir del próximo mes de diciembre, la extracción industrial de crudo en la plataforma Prirazlomnaya, en el Ártico, a pesar de las protestas de la organización ecologista internacional Greenpeace, ante los riesgos de vertidos, destacó hoy el diario ruso Nezavisimaya gazeta.
La plataforma acaparó la atención de la opinión pública mundial el pasado mes de septiembre después de que activistas de Greenpeace intentaran subir a la plataforma en señal de protesta.
Según anunció la administración del territorio autónomo de los Nenets, la extracción se estima en 6,3 millones de toneladas al año, y el crudo extraído será acumulado en tanques en la plataforma, hasta la construcción de la infraestructura en la costa, en el segundo trimestre de 2014.
Los ecólogos temen que ocurran vertidos porque consideran que la plataforma es caduca. El director de programas ecológicos en Rusia de la organización ecologista WWF Alexei Knizhnikov considera que si en la plataforma ocurre una avería, se producirá una catástrofe ecológica de grandes dimensiones.
Según el experto, el plazo de utilización de la mayor parte de los equipos de la plataforma es caduco.
“En esencia, la parte superior de la plataforma que fue comprada por Rusia, según nuestros cálculos, tiene equipos viejos que ya agotaron su periodo de explotación”, subrayó el experto.
No obstante, Gazprom afirma que la plataforma corresponde a todos los criterios de seguridad establecidos por las normas internacionales, y que la mayoría de los equipos instalados son nuevos y modernos.
Según expertos, la construcción de la plataforma rusa duró 15 años y tuvo un costo final de 3.000 millones de dólares, a pesar de que la parte superior de la plataforma, fue parte de una plataforma Hutton comprada a la empresa noruega Monitor TLP.
Ecologistas y detractores de la plataforma rusa no comprenden porque Gazprom decidió comprar una plataforma vieja, cuando una nueva de fabricación noruega es de 1.700 millones de dólares.
