Edward Snowden, extécnico de la CIA asilado en Rusia, no recibió ni un centavo por desvelar los programas de vigilancia cibernética de los servicios secretos de EEUU, pero a estas alturas no puede pararlas, aunque lo quisiera, escribe hoy el periódico Rossíyskaya Gazeta, que publica una entrevista con el abogado del informático, Anatoli Kucherena.
“Nunca ha comerciado con los secretos, y, desde luego, no ha recibido nada por la información que filtró todavía estando en Hong Kong”, aseguró Kucherena.
Según el letrado, sus palabras las corrobora la situación material de Snowden. “Sus ahorros los ha gastado casi por completo en comida, alquiler, seguridad etc.”.
Agregó que algunas organizaciones y activistas no se quedaron indiferentes ante la situación y decidieron ayudar a Snowden “con lo que podían”, incluido el apoyo financiero.
En cuanto a la promesa del filtrador de no perjudicar a Estados Unidos, la condición impuesta por el presidente ruso Vladímir Putin para la concesión de asilo a Snowden, el abogado del analista aseguró que su cliente la cumple, pero no puede hacer nada respecto a las revelaciones compartidas con periodistas antes de su llegada a Rusia.
Kucherena explicó que la información sobre los abusos de los servicios secretos de EEUU fue entregada por Snowden a la prensa mientras este se encontraba en Hong Kong y ahora, aunque lo quisiera, no puede hacer nada al respecto.
“Incluso si les pido (que me los devuelvan), se quedarán con las copias”, dijo en una ocasión el propio analista a su abogado.
Asimismo, los datos sobre el espionaje a Alemania, Francia y otros países europeos, que salen a la luz ahora, fueron compartidos por Snowden durante su estancia en Hong Kong el pasado verano.
En todo caso, Kucherena no teme por el futuro profesional del extécnico de la CIA.
“Creo que con sus conocimientos informáticos le espera un futuro brillante en cualquier país”. Eso sí, advirtió que si Snowden abandona Rusia, “perderá la condición de refugiado”.
