La suspensión de los preparativos para la firma de un acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea obedece a motivos económicos y políticos, indican los expertos citados hoy por el diario Kommersant.
El representante de Ucrania en la Comisión Económica Eurasiática, Víctor Súslov, piensa que Bruselas ha desoído algunas peticiones importantes de Kiev, en particular, de ayuda financiera debido al alto precio - de 100.000 a 500.000 millones de dólares – que supone el paso a los estándares y reglamentos tecnológicos de la UE.
El Gobierno de Ucrania explica su decisión por el deseo de “garantizar la seguridad nacional (…), estudiar más a fondo el conjunto de medidas para recuperar el volumen de la producción y los vectores de relaciones económicas y comerciales con Rusia y otros miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), así como asegurar el debido nivel del mercado interno para una relación de paridad entre Ucrania y los países de la Unión Europea”.
El viceprimer ministro ucraniano Yuri Boiko cree necesario elaborar una fórmula que permita a Ucrania “compensar en el mercado europeo la caída de la producción industrial y (el debilitamiento de) las relaciones con la CEI”.
Algunos politólogos, sin embargo, ven en la decisión de Kiev un componente político.
“(El presidente ucraniano Víctor) Yanukóvich buscará la reválida en 2015, así que la integración europea es para él una tarea secundaria”, señaló Alexéi Vlásov, director de un centro para el estudio de países postsoviéticos en la Universidad de Moscú
El parlamentario ruso Alexéi Pushkov, jefe del comité de asuntos internacionales en la Cámara Baja, considera que la UE “se ha pasado al presionar a Kiev en lo concerniente a Yulia Timoshenko”. “Con la liberación de la ex primera ministra, que sigue siendo la abanderada de la oposición ucraniana, la UE habría empezado a preparar una nueva oleada de presiones políticas para lograr un cambio del régimen en 2015”, dijo.
Mientras, uno de los líderes opositores, el exministro de Exteriores Arseni Yatseniuk, calificó de “inconstitucional” la decisión del Gabinete y amenazó con promover una moción de censura contra Yanukóvich, “por alta traición”.
