El Gobierno de Rusia dio luz verde a un proyecto de ley que permitirá a las aerolíneas nacionales contratar 200 pilotos extranjeros hasta 2019, escriben hoy Vedomosti y Nezavisimaya Gazeta.
La cuota establecida no cubrirá la escasez de pilotos en Rusia pero ayudará a sus compañías aéreas que transportaron el pasado año 74 millones de pasajeros, un 15,5% más que en 2011.
Un portavoz de Aeroflot, la mayor aerolínea de Rusia, reconoció que la empresa necesita 134 comandantes y aspira a contratar pilotos de Alemania, Francia, Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania.
Otra compañía rusa, Transaero, no busca pilotos de momento pero en el futuro, a medida que se vayan jubilando los comandantes actuales, podría emplear de 60 a 70 al año, según el subdirector de esta empresa, Dmitri Stoliarov.
En el grupo S7, según su portavoz, no hay escasez de pilotos hoy en día.
Cada año, unos 700 pilotos y sobrecargos en Rusia abandonan su empleo. La promoción anual en las escuelas de aviación rusas no excedió 160 pilotos en el período de 1995 a 2009.
Para suplir las bajas, el sector requiere de 1.100 a 1.500 pilotos cada año pero algunos expertos dudan de que la mano de obra foránea sea una solución.
Aquellos pilotos que aspiraban a trasladarse a Rusia desde los países postsoviéticos, ya lo hicieron. Además, las aerolíneas rusas no son competitivas en materia salarial: un comandante de avión en Alemania, por ejemplo, cobra un 25% más que en Rusia, señaló el presidente del sindicato nacional de pilotos y sobrecargos, Miroslav Boichuk.
Su homólogo del sindicato de controladores aéreos, Serguéi Kovaliov, también dijo que “en EEUU y Europa hay mejores sueldos, más orden y mayor protección”. ¿Para qué van a venir a este desmadre?”, inquirió.
