En su encuentro en El Cairo, los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe apoyaron la postura de la Administración Nacional Palestina (ANP) de excluir la presencia de soldados israelíes del territorio del nuevo Estado palestino, comentó hoy el diario ruso Nezavizimaya Gazeta.
Según el rotativo, mientras los palestinos aceptarían un contingente militar extranjero encabezado por EEUU como garante de la seguridad en el territorio palestino, Israel y más exactamente su primer ministro Benjamín Netanyahu, rechaza categóricamente esa opción.
En el curso de dos visitas a Oriente Próximo en diciembre, el secretario de Estado norteamericano John Kerry expuso a israelíes y palestinos el plan elaborado por expertos estadounidenses sobre la seguridad en la zona tras la creación del Estado palestino. En particular, el plan propuso la presencia de soldados israelíes durante 10 a 15 años en el valle de Jordania.
Según el líder de la ANP, Mahmud Abbas, esto es inaceptable para la ANP porque responde a los intereses de Israel al imponerse la postura de Netanyahu sobre la presencia militar israelí y no de tropas internacionales.
Además, las condiciones expuestas por la ANP se tendrán en cuenta en un plazo posterior.
De esta manera, los palestinos consideran que Kerry ya no es un mediador neutral y el sábado Abbas convocó una reunión urgente de la Liga Árabe que rechazó “todos los planes de Israel de cambiar la situación demográfica y geográfica en los territorios palestinos ocupados, incluido Jerusalén”.
Los países árabes consideran que tras la firma del acuerdo de paz, en el territorio palestino no debe quedar ningún soldado israelí.
Los árabes acusaron a Kerry de jugar a favor de Netanyahu porque el plan estadounidense descartó la propuesta inicial de emplazar en el valle del Jordania un contingente militar de la OTAN bajo el mando de EEUU.
Según el diario Times of Israel, Netanyahu bloquea el proceso de paz porque la presencia militar internacional en el valle de Jordania, de forma similar a las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano, ya había sido aceptada por las partes israelí y palestina en negociaciones sostenidas en años anteriores.
