La nave de carga Cygnus perteneciente a una empresa privada estadounidense comenzó el primer vuelo regular de abastecimiento a la Estación Espacial Internacional (ISS) rompiendo el monopolio estatal en la exploración del cosmos, destaca hoy el diario ruso Rossiyskaya Gazeta.
Según un contrato suscrito por la empresa Orbital Sciences y la NASA, al menos ocho naves Cygnus viajarán a la ISS para transportar 20 toneladas de carga hasta 2016.
La misión de la Cygnus es otro paso hacia la privatización de la exploración espacial estadounidense desde que, en 2011, se puso fin a tres décadas de labores de los transbordadores espaciales Shuttle, las principales naves del programa espacial de EEUU.
Desde entonces, las misiones de abastecimiento de la ISS y relevo de las tripulaciones se han realizado con las naves de carga rusas Progress y las naves tripuladas Soyuz TMA.
Según el programa de vuelo, la nave Cygnus fue puesta en órbita por un cohete portador Antares, de dos etapas, que despegó desde el Centro Wallops, en una isla cerca de la costa de Virginia.
El rotativo ruso destacó que la primera fase del Antares está compuesta por un propulsor ruso HK-33/AJ26 modificado por expertos de la empresa estadounidense Aerojet Rocketdyne en cooperación con ingenieros de la empresa rusa Kuznetsov.
La nave Cygnus transporta a la ISS cerca de 1,3 toneladas de carga de diverso tipo, como agua potable, alimentos, equipos, un bloque de experimentos científicos y varias decenas de pequeños satélites.
De acuerdo al plan de vuelo previsto, la Cygnus se acoplará a la ISS el próximo domingo y los cosmonautas con ayuda de un brazo robótico engancharán el carguero al módulo estadounidense Harmony.
La Cygnus será la quinta nave privada que se enganchará a la ISS confirmando la viabilidad de la industria privada en la exploración del cosmos, subrayaron expertos.
La primara nave privada que llegó a la ISS fue la nave Dragon de la empresa estadounidense Space X en 2012, que posteriormente hizo otros dos vuelos a la ISS.
Inicialmente, la misión de la Cygnus estaba prevista para diciembre, pero la NASA aplazó varias veces el lanzamiento por un fallo en los sistemas de refrigeración que fue reparado por los tripulantes de la ISS en caminatas espaciales realizadas en vísperas de Navidad.
Finalmente, el lanzamiento de la Cygnus se aplazó un día debido a las erupciones solares que elevaron el nivel de radiación en el espacio, lo cual pudo afectar los sistemas electrónicos del cohete Antares.
