El departamento de Estado de EEUU anunció haber logrado persuadir a Rusia para que renuncie a un importante contrato petrolero con Irán, pero Moscú desmiente esa información, escribe hoy el diario Kommersant.
Según el diario, durante intervenciones recientes ante el Senado, la secretaria adjunta del departamento de Estado norteamericano, Wendy Sherman, dijo que después de conversaciones “al más alto nivel”, Moscú y Teherán se vieron obligados a renunciar a sus planes de reforzar la cooperación comercial.
“Personalmente estoy segura de que tras las explicaciones expuestas, logramos convencer (a ambas partes) no emprender a corto plazo ninguna acción para concertar el contrato”, indicóla diplomática.
“De la forma más honesta dimos a entender que la firma de ese contrato entre Rusia e Irán puede conducir a la aplicación de nuevas sanciones (contra empresas rusas e iraníes) y crear muchos riesgos para los participantes del proceso negociador sobre el programa nuclear iraní, entorpecer o hacer imposible la firma de un acuerdo definitivo”, dijo Sherman ante los diputados estadounidenses.
Pero fuentes del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores consultadas por el diario afirmaron que las declaraciones de Sherman no se corresponden con la realidad.
“Realmente no sabemos en base a qué información la señora Sherman hace las declaraciones tan detalladas”, dijo a Kommersant el portavoz del ministerio, Alexander Lukashévich.
“Estamos interesados en desarrollar la cooperación con Irán, nuestro antiguo socio, en los campos más diversos. No hacemos nada ilegal”, destacó el funcionario.
Moscú y Teherán negocian la posibilidad de firmar un contrato sobre la venta a Rusia de hasta 500.000 barriles diarios de petróleo iraní a cambio de productos rusos para Irán.
Antes, la Casa Blanca, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado denunciaron que la firma de ese contrato contradice las sanciones de EEUU impuestas contra Irán, y el acuerdo preliminar suscrito por el grupo 5+1 e Irán el pasado mes de noviembre, sobre el programa nuclear iraní.
En Washington predomina la opinión de que Teherán accedió a un acuerdo en materia nuclear debido a las sanciones impuestas por Occidente y que el contrato con Rusia por un monto de 1.500 millones de dólares puede reducir el interés de Teherán de firmar con Occidente un acuerdo definitivo sobre su programa nuclear.
Recientemente, el embajador de Rusia en Teherán, Leván Zhagarian, dijo que los países todavía no han firmado ningún contrato petrolero comercial, porque las conversaciones todavía están en marcha, al tiempo que destacó que empresas de muchos países occidentales han demostrado un activo interés por suscribir contratos similares con Irán.
Por lo visto, este interés comercial irrita a Washington que intenta controlar no solo los contactos comerciales entre Teherán y Moscú, sino también los contratos que puedan suscribir otros países, incluso amigos.
“Las últimas seis semanas visité Reino Unido, Alemania, Italia, Austria, Turquía y Emiratos Árabes Unidos para trasmitir el mismo mensaje: Irán como antes, sigue cerrado a los negocios”, dijo ante el Senado el subsecretario de Finanzas de EEUU, David Cohen.
