La administración del presidente de EEUU, Barack Obama, abrió un nuevo frente para combatir el terrorismo en Libia que no ha sido anunciado públicamente, escribe hoy el diario Kommersant.
El diario Le Figaro, citando fuentes militares francesas, informó que unidades de Fuerzas Especiales, grupo Delta estadounidense, realizan operaciones antiterroristas en el sur de Libia vestidos de beduinos.
El objetivo de sus operaciones es liquidar guerrilleros de agrupaciones terroristas de Al Qaeda, infiltrados en Libia tras ser expulsados por las tropas francesas del norte de Malí a comienzos del año pasado.
Los expertos consideran posible que además de los comandos estadounidenses, al sur de Libia pueden llegar también tropas especiales británicas y francesas.
Los militares estadounidenses combaten principalmente en la región de Fezán (también Fezzan) tras recibir el visto bueno del primer ministro libio, Alí Zeidan, y el ministro libio de Defensa, Abdala al Zani. En los operativos participan representantes de los servicios secretos libios.
El jefe de Inteligencia Nacional de EEUU, James Clapper, durante una intervención ante el Senado reconoció que tras la intervención militar de Francia en Malí en 2013, el norte de África se convirtió en una “incubadora” de islamistas radicales .
Expulsados del norte de Malí, los guerrilleros de Al Qaeda huyeron hacia otros países vecinos como Argelia y desde allí, al suroeste de Libia, ocupando la región de Fezán.
Como ocurre en la vecina región de Cirenaica, Fezán y su capital Sabha, no reconocen el gobierno central en Trípoli y el poder en ambas regiones está en manos de los jefes de las agrupaciones armadas en cuyas filas combaten islamistas radicales.
Según los militares franceses, además de Fezán, en Libia existen otros focos peligrosos de extremismo islámico como la zona del oasis Kufra en Cirenaica, cerca de la frontera con Egipto. Expertos consideran que llegó el momento de plantear la necesidad de una operación internacional antiterrorista en el norte de África con la ayuda de la OTAN.
La operación tendrá por escenario la frontera de Argelia, todo el suroeste de Libia y podría extenderse a otros países donde también operan guerrillas islamistas radicales como Nigeria, que ya pidió oficialmente ayuda internacional para combatir al separatismo radical.
