Para EEUU y la UE, la libertad de opción de Ucrania es un asunto que lo decide Occidente lo que quiere decir que la única opción a que pueden aspirar los ucranianos es “el futuro con Europa”, declaró el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en un artículo que publica hoy el diario Kommersant.
En su artículo, Lavrov analiza los aspectos clave de las relaciones entre Rusia y la UE y la situación en Ucrania como catalizador de esas relaciones, que son contradictorias y complicadas a causa de estereotipos de confrontación y desconfianza que todavía imperan en la mentalidad de las fuerzas influyentes en el Viejo Continente.
Recordó que la manzana de la discordia fue el aplazamiento de la firma de un acuerdo de asociación entre Ucrania y la UE, cuyas consecuencias pudieron afectar las relaciones comerciales con Rusia, y que por esa razón, Kiev decidió aplazar la firma del mencionado acuerdo y propuso negociaciones tripartitas.
“Nosotros nunca intentamos imponer nuestro punto de vista al comprender que la integración puede ser sólida únicamente cuando está afianzada en intereses comunes. Simplemente explicamos a nuestros amigos ucranianos que el cambio de las reglas económicas por su parte supondría una respuesta de Rusia en concordancia con las normas internacionales y de la Organización Mundial de Comercio (OMC)”, indica en su artículo Lavrov.
Pero la UE en lugar de comprender la situación y aceptar las negociaciones propuestas, adoptó una postura inflexible: o con Rusia o con la UE, creando una situación de tensión que se reflejó en los ánimos de fuerzas políticas en Ucrania que su vez, orquestaron una campaña de repudio y protestas que paulatinamente adoptaron una forma ilegal, subversiva y peligrosa con desórdenes y disturbios que causaron muertos y heridos.
“Es comprensible que parte de la sociedad no esté de acuerdo con la postura del gobierno pero debe expresar su descontento y tratar que el gobierno rectifique la situación únicamente por las vías constitucionales y en el marco de la Ley”, subrayó el ministro ruso.
El canciller destacó que para cualquier observador imparcial es inaceptable la situación cuando los procesos democráticos que expresan la voluntad de la población son suplantados por la “democracia de la calle”.
A su juicio, la democracia callejera es en esencia, la opinión de varios miles de manifestantes que intentan enfrentarse de forma violenta a las autoridades y no representan la mayor parte de la población.
“En cualquier país de la UE, los desórdenes y la violencia callejeros son considerados como una amenaza a la seguridad y al régimen democrático y Rusia, que nunca ha pensado poner en duda esta postura, no envía a sus representantes a repartir galletas entre manifestantes agresivos y violentos”, dijo Lavrov.
Aclaró que es incorrecto pensar que la única alternativa para Ucrania es seguir la senda de Polonia y otros países de Europa Oriental, porque nadie ha dicho a Kiev que tiene la más mínima perspectiva de ingresar en la UE, y la única variante expuesta sobre la mesa es que Ucrania de forma unilateral, debe aceptar las condiciones impuestas por Bruselas, entre otras, la eliminación de barreras que impiden la expansión comercial de la UE.
