A diferencia de Crimea que se prepara a toda marcha para el referéndum independentista del próximo domingo, la campaña de las elecciones presidenciales del 25 de mayo en la Ucrania continental tropieza con obstáculos, escribe hoy el diario Moskovski Komsomolets.
Un abogado de Donetsk, Vladímir Olentsévich, recurrió ante la Corte Suprema de Ucrania la legitimidad de dos resoluciones parlamentarias: sobre la convocatoria de las presidenciales y sobre la concesión de poderes provisionales de jefe de Estado a Alexandr Turchínov. Este último punto de la demanda fue admitido a trámite y la primera sesión del juicio oral tendrá lugar el 19 de marzo.
Tampoco faltan problemas fuera del ámbito judicial. Entre los pretendientes a la presidencia no hay políticos de primera magnitud sino candidatos como Dmitri Yarosh, dirigente del partido ultranacionalista Pravy Sektor a quien la Justicia rusa busca por llamamientos extremistas, o Mijaíl Dobkin, exgobernador de la región de Járkov que está bajo arresto domiciliario pero no desiste de presentarse a las elecciones.
Otros candidatos hipotéticos guardan mutismo. El ex vicepresidente del Gobierno, Serguéi Tigipko, quien acabó tercero en los anteriores comicios presidenciales, rehúsa contestar si volverá a disputar la jefatura del Estado. Y la ex primera ministra Yulia Timoshenko, quien había anunciado la disposición de luchar por la presidencia nada más salir de la cárcel, reajustó sus planes al ver “la nueva realidad” de Ucrania y prefirió someterse de momento un tratamiento médico en Alemania.
