Con la visita del vicepresidente de EEUU, Joe Biden, a Ucrania, la Casa Blanca pretende reforzar la confianza de Kiev hacia la política norteamericana y la confianza de la comunidad internacional hacia el nuevo Gobierno ucraniano, comenta Nezavisimaya Gazeta.
Según Valeri Garbuzov, director adjunto del Instituto de EEUU y Canadá, el viaje de Biden tiene varios objetivos y uno de ellos es respaldar las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 25 de mayo.
“Pese a la opinión muy extendida de que en una situación tan explosiva como la actual sería mejor no celebrarlas, EEUU espera que estas elecciones ayuden a resolver la crisis y además apuesta por el oligarca Piotr Poroshenko como candidato presidencial”, dijo el experto al diario.
La Agencia para el Desarrollo Internacional y el Departamento de Estado asignó más de 11,4 millones de dólares para apoyar la celebración de los comicios ucranianos, recuerda el rotativo.
Otro de los objetivos de Biden es asegurar un “comportamiento razonable de las nuevas autoridades”, opina Garbuzov, puesto que muchas de las recientes actuaciones del Gobierno ucraniano deterioran su imagen. En este sentido, lo más importante es impedir cualquier gesto por parte de Kiev que pueda dar pie a una intervención militar rusa.
De cara al viaje de Biden, el presidente Barack Obama aprobó más ayuda no letal para Ucrania que, según adelantó el secretario de Defensa Chuck Hagel, consistirá en camiones, todoterrenos, cascos y chalecos antibalas.
Además, Washington podría ayudar a entrenar y formar al personal de las fuerzas armadas ucranianas en el territorio de un tercer país, por ejemplo en Europa. El asesor del secretario de Estado, Thomas Shannon, reveló también que su país estudia entregar a Kiev ayuda militar.
La semana pasada, EEUU y Ucrania firmaron un acuerdo para garantizar los créditos por mil millones de dólares concedidos a Kiev a fin de que su Gobierno, siguiendo adelante con las reformas, “pueda asegurar la prestación de los servicios indispensables a la población y proteger a los grupos más vulnerables.
Con ayuda de Washington, Ucrania está intentando recuperar los activos sustraídos del país y reducir la corrupción.
Por último, la Casa Blanca también ayuda a Kiev a hacer frente a la subida del precio del gas ruso, que tanto EEUU como Ucrania consideran una medida “política”.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió ayer de que EEUU ayuda y defiende a las nuevas autoridades ucranianas “haciendo la vista gorda a los atropellos cometidos por el régimen de Kiev y los radicales en los que este se apoya”.
