Autoridades de Alemania, Suecia y los países bálticos advirtieron a sus ciudadanos sobre la excesiva actividad de agentes de Inteligencia rusos en el territorio de esos países. Expertos rusos consideran que esta información no carece de fundamento puesto que Moscú “tiene un conflicto exterior”, pero subrayan que los servicios secretos de Occidente también reforzaron la vigilancia de Rusia, escribe hoy Kommersant.
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución de Alemania informó hace días que Inteligencia rusa recluta activamente a nuevos informadores en el país.
Según la entidad, Rusia está interesada en todo tipo de información “sensible o secreta”.
“Informes sobre los lugares de despliegue de las tropas de la OTAN y las Fuerzas Armadas de Alemania, información política, novedades de las empresas germanas, todo, absolutamente todo es de interés para los rusos”, dijeron en la Oficina Federal germana.
Suecia también realizó una declaración similar estos días para denunciar la actividad de los agentes rusos en su territorio. “Parece que se están preparando para la guerra”, indicó el Servicio Estatal de Seguridad del país europeo.
Agregó que los agentes rusos recopilan información sobre “la política, la defensa, las finanzas y las tecnologías” suecas.
Los países bálticos se sumaron a estas denuncias para advertir sobre la labor de los servicios de Inteligencia de Rusia que trabajan bajo la tapadera de las embajadas y oficinas comerciales.
Según el experto ruso Andréi Soldatov, se trata de procedimientos habituales.
“Si un país, en este caso Rusia, tiene un conflicto exterior, sus servicios secretos intensifican la labor”, explicó.
Agregó que Occidente también reforzó la vigilancia de Rusia como lo demuestran las imágenes de satélite publicadas por la OTAN sobre los movimientos de las tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania.
