La canonización “política” de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII

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Dos pontífices de la Iglesia Católica del siglo XX -Juan Pablo II y Juan XXIII- fueron canonizados la víspera en una solemne ceremonia en el Vaticano. Según Nezavisimaya Gazeta, el acontecimiento religioso también tiene matices políticos, y es que los polacos ven en Juan Pablo II al santo que les protegerá “del mal del Este”.

Dos pontífices de la Iglesia Católica del siglo XX -Juan Pablo II y Juan XXIII- fueron canonizados la víspera en una solemne ceremonia en el Vaticano. Según Nezavisimaya Gazeta, el acontecimiento religioso también tiene matices políticos, y es que los polacos ven en Juan Pablo II al santo que les protegerá “del mal del Este”.

En la ceremonia de la canonización estuvieron presentes varias delegaciones de todo el mundo y más de 800.000 fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

También acudió al Vaticano el papa emérito, Benedicto XVI, quien se sentó entre los cardenales, para contemplar como el papa Francisco oficiaba el rito de ascensión a los altares de Juan XXIII y Juan Pablo II.

Se trató de un acontecimiento sin precedentes dado que dos pontífices vivos, en la misma plaza, presenciaron la canonización de otros dos papas.

Esos actos religiosos tienen también su cara política, señala Nezavisimaya Gazeta.

Los polacos, por ejemplo, se alegran por la santificación de Karol Józef Wojtyla (Juan Pablo II) porque les protegerá de los males, incluido el “mal del Este”, en alusión a Rusia.

Para los polacos, el papa Wojtyla es la persona que condujo al país a la ruptura definitiva con el socialismo y la influencia de Moscú.

“El comunismo estaba acabado, pero si no fuera por el papa Juan Pablo II, caería en 1999, 2009 o 2019”, explica un biógrafo del papa santo.

Al mismo tiempo, según Nezavisimaya Gazeta, que cita a sus expertos, la santificación de los papas no respeto todos los pasos previstos por la Iglesia.

Así, en el caso de Juan XXIII la Iglesia no esperó al segundo milagro para la canonización del papa y declaró que no tiene dudas de su santidad.

Con todo eso, Nezavisimaya Gazeta subraya que la víspera de la ceremonia el papa Francisco recibió al primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk, quien le regaló una foto de las protestas en el Maidán.

Según el diario, hoy día la política puede inmiscuirse hasta en una canonización.

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