A un mes de las elecciones presidenciales en Ucrania salta la alarma: si los comicios se celebran en mayo y no en marzo, como lo estipula la Constitución, ¿cuál sería la duración del mandato presidencial? Según escribe hoy Nezavisimaya Gazeta, Kiev tiene dos opciones: celebrar elecciones en marzo de 2015 o enmendar la Carta Magna.
Esta decisión es de suma importancia, subraya el diario. De ella depende el futuro de muchos políticos ucranianos y la postura de los oligarcas respecto a los candidatos a la presidencia. Pero la pregunta que les interesa a todos es si de las elecciones del 25 de mayo saldrá un jefe de Estado legítimo capaz de tomar las riendas del país por los siguientes cinco años y llevar a cabo las reformas anheladas por la población.
Un grupo de diputados ucranianos dirigió la respectiva pregunta al Tribunal Constitucional del país, pero de momento su fallo no trascendió.
El Gobierno de Kiev, por su parte, está convencido de que la decisión del Tribunal no influirá en las elecciones del 25 de mayo.
No obstante, la legitimidad política del nuevo presidente, sea quien sea, estará en entredicho, según Nezavisimaya Gazeta. Y es que en el este del país hay localidades que se oponen a la votación y por lo tanto no se sentirán representados por el ganador de las elecciones.
Todo ello amenaza con prolongar la crisis en Ucrania por un tiempo indefinido. En estas circunstancias, la idea de posponer las elecciones ya no parece tan inverosímil.
