El ministro de Defensa de Rusia, Sergueí Shoigú, anunció la víspera que la Flota rusa del mar Negro incorporará este año nuevos buques de última generación. Según expertos consultados por el diario Vedomosti, se trata del submarino Novorossiysk y tres corbetas Buyan M.
El diario cita a Mijaíl Barabánov, experto de Moscow Defense Brief, quien aclara que en el caso del Novorossiysk se trata del primero de los sumergibles invisibles del proyecto 636.3 encargados en 2010 para la Flota de Sebastopol.
En cuanto a las Buyan M, en un principio se construían para la Flotilla del Caspio, pero tras la adhesión de Crimea a Rusia se decidió que debían reforzar la Flota del mar Negro.
Pese a que estas corbetas tienen una autonomía reducida, están diseñadas para portar misiles de crucero Kalibr que permiten lanzar ataques de gran precisión contra objetivos terrestres, destaca Vedomosti.
En 2010, el Ministerio de Defensa de Rusia encargó también la construcción de seis fragatas del proyecto 11.356 que en un futuro constituirán el núcleo de las fuerzas de superficie rusas en el mar Negro. La primera de estas se entregará el año que viene.
Según adelantó al periódico una fuente del departamento castrense ruso, este año en Crimea se creará una brigada de defensa antiaérea, y se reforzará con nuevas unidades la brigada de infantería de marina que ya estaba desplegada en la península.
El funcionario cifró en al menos 10.000 millones de rublos (unos 281,6 millones de dólares) la inversión que Rusia tendrá que realizar para modernizar la infraestructura naval y militar en Crimea.