El secretario general adjunto de la OTAN, Alexander Vershbow, llegó ayer en visita oficial a Moldavia para reiterar el apoyo de la Alianza a esta república, a raíz de “las presiones a las que se somete por la crisis en las relaciones entre Ucrania y Rusia”. Según expertos, Chisinau busca reforzar sus Fuerzas Armadas con ayuda de la Alianza, escribe hoy Nezavisimaya Gazeta.
Durante la estancia en Moldavia se prevé que Vershbow se reúna con el presidente del país, el primer ministro y otros altos cargos del Estado.
Según el politólogo local Arcadie Barbarosie, el futuro del Ejército de Moldavia centrará el encuentro de Vershbow con las autoridades del país.
Se cree que el Gobierno pedirá a la OTAN ayuda para igualar el potencial de sus Fuerzas Armadas al que tiene Trasnistria.
Barbarosie recuerda que en Trasnistria está desplegada una unidad militar rusa, que además fue reequipada recientemente.
El experto considera que a pesar del aumento de la tensión en la región, Rusia no tiene planes de reconocer a Transnistria porque no tendría comunicación directa con el territorio.
“Lo demostró la reciente visita a Transnistria del viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin, que no pudo partir ni de Tiráspol ni de Chisinau. Ucrania cerró el espacio aéreo para su avión y tuvo que volar con una aerolínea regular”, dijo el analista.
Por otra parte, según el diputado moldavo Artur Reshetnikov, pedir ayuda a la OTAN va en contra de la Constitución del país que estipula la neutralidad de Moldavia.
“La OTAN debe respetar el estatus neutral del país, que apoya la gran mayoría de la población”, afirmó.
