El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ha dado por terminado el alto el fuego en el Este del país, decisión que se tomó bajo presión de la calle, opinan los expertos. Tanto Moscú como Occidente insisten en que continúe el diálogo, escribe hoy RBC Daily.
El domingo, Kiev acogió una manifestación en la que voluntarios de batallones especiales que combaten contra los independentistas del Este y activistas del Euromaidán exigieron poner fin a la tregua y las negociaciones con los “terroristas”.
También hubo voces críticas entre la clase política. El fiscal general Vitali Yarema llamó a “limpiar el territorio ucraniano de los terroristas y dar a la gente la oportunidad de vivir en un país normal”, y la ex primera ministra Yulia Timoshenko pidió que se decrete la ley marcial en las provincias rebeldes.
El extitular de Defensa, Anatoli Gritsenko, vaticinó el domingo que el presidente Poroshenko acabaría tirando la toalla y optaría por poner en marcha su "plan B".
“No tiene otra opción si quiere conservar el cargo presidencial hasta finales de año”, comentó a RBC el director del Instituto ucraniano de Transformaciones Sociales, Oleg Soskin.
Entretanto, los socios occidentales de Kiev seguían ayer abogando por el diálogo. Las propuestas de celebrar una nueva reunión también llegaron de parte de las milicias. En el mismo sentido se pronunciaba Rusia.
Es más, existen indicios de que Moscú estaba dispuesta a cerrar la frontera con Ucrania para detener el tráfico de armas y el flujo de combatientes voluntarios. El cierre de la frontera era la principal de las exigencias planteadas en un ultimátum que la UE dio al Gobierno ruso el viernes pasado.
Según testimonios citados por RBC, los guardias fronterizos rusos impidieron la semana pasada que un grupo de milicianos del Este de Ucrania cruzara la frontera. “Los guardias abrieron fuego y no les dejaron pasar”, dijo un testigo.
Una fuente del Servicio Federal de Fronteras de Rusia confirmó al rotativo que sus efectivos han realizado disparos de aviso en varias ocasiones en los últimos días ante la presencia de hombres armados cerca de la frontera con Rusia.
