El escándalo que ha estallado en Alemania tras la detención de un agente del Servicio Federal de Inteligencia (BND) por pasar información secreta a EEUU amenaza con deteriorar drásticamente las relaciones de Washington con su aliado clave en Europa, escribe hoy Kommersant.
La Agencia de Seguridad Nacional y el Pentágono no tienen información sobre el caso, aseguraron al diario desde ambos organismos. Por su parte, portavoces de la Casa Blanca indicaron que “podría haber algún comentario a principios de la semana”.
Mientras tanto, algunos políticos germanos ya han vertido duras críticas contra los servicios secretos norteamericanos acusándolos de un “ataque a la democracia parlamentaria”.
Tras las filtraciones de Edward Snowden que entre cosas revelaron escuchas telefónicas de la NSA a la canciller Angela Merkel, Berlín trató de negociar con Washington un acuerdo para evitar el espionaje mutuo, iniciativa que finalmente fue rechazada por EEUU. El presidente Barack Obama tan solo prometió restringir las actividades de inteligencia en Alemania.
Ambos aliados siguen negociando la colaboración entre sus servicios secretos y en particular el volumen de información que estos puedan intercambiar. Ahora, el nuevo escándalo de espionaje entre los dos países “amenaza con echar por tierra todo el trabajo para recuperar las relaciones bilaterales”, alertó un alto cargo de la Administración de EEUU citado por The New York Times.
Según algunas informaciones, el agente del BND detenido, de 31 años, se convirtió en el punto de mira del contraespionaje alemán después de intentar establecer contacto con la embajada rusa en Berlín. Ya en el primer interrogatorio tras el arresto, el joven confesó que trabajó para la NSA durante los últimos dos años y que le entregó entre otra información secreta documentos de una comisión parlamentaria encargada de investigar el espionaje norteamericano en suelo alemán.
Pese a estar informada sobre la detención del presunto espía, Angela Merkel evitó plantear el tema en la conversación telefónica con Barack Obama el jueves pasado. Tampoco se habló del escándalo en el Parlamento federal.
El diputado Hans-Christian Ströbele, quien a finales del año pasado se reunió en Moscú con Snowden, explicó al respecto que los legisladores germanos esperarán a que la información se confirme oficialmente y que haya una reacción de Washington.
