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Rusia restringirá el acceso de empresas extranjeras a contratos públicos

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El Gobierno ruso prevé restringir la participación en los concursos públicos de compañías extranjeras fabricantes de productos que tienen análogos nacionales. No obstante, las empresas que se comprometan a localizar la producción tendrán la luz verde, escribe RBC Daily.

El Gobierno ruso prevé restringir la participación en los concursos públicos de compañías extranjeras fabricantes de productos que tienen análogos nacionales. No obstante, las empresas que se comprometan a localizar la producción tendrán la luz verde, escribe RBC Daily.

Actualmente, no existen limitaciones a la presencia extranjera en el mercado ruso de contratación pública, que mueve unos 235.000 millones de dólares al año. Eso sí, los proveedores nacionales son beneficiados con un margen del 15% de preferencia en el precio del contrato.

Sin embargo, desde finales del año pasado el Gobierno ruso estudia prohibir el acceso a sus concursos de fabricantes extranjeros que compitan con los nacionales. Con este fin, se trabaja en una relación de productos que los organismos públicos sólo pueden comprar a compañías rusas.

En un principio se pensó que la lista incluiría solo vehículos, pero posteriormente se decidió ampliarla con otros productos, como por ejemplo algunos fármacos y artículos de uso médico. Se plantea además que las empresas con sede en algún paraíso fiscal tampoco puedan acceder a las licitaciones públicas.

El Ministerio de Industria y Comercio encargado de redactar el listado de productos restringidos aún no tiene su borrador definitivo, reconoció a RBC una fuente del Gobierno. Por otro lado, todo parece apuntar a que habrá excepciones.

“Se trabaja en una serie de nuevas opciones, incluido el acceso de algunas empresas extranjeras a los contratos públicos si el fabricante en cuestión se compromete a localizar en varios años la producción en territorio ruso”, anunció recientemente el primer ministro Dmitri Medvédev.

Los expertos consultados por el diario aplauden la última iniciativa del Gobierno ruso. “Hay que obligar y motivar a los fabricantes extranjeros a que localicen la producción, para estimular el desarrollo económico”, argumenta Serguéi Gabestro, director general de la Asociación Nacional de Instituciones de Contratación Pública.

Por el momento, la única referencia de éxito en esta materia son las plantas de fabricantes extranjeros de coches puestas en marcha en Rusia, destaca el diario. Desde 2005, el Gobierno firma acuerdos con consorcios internacionales que uno tras otro instalan su producción en el país. En suelo ruso ya tienen sus fábricas casi todos los gigantes mundiales de automoción, como Renault, Nissan, VW, GM, Toyota, Ford, Peugeot-Citroen o Hyundai.

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