Los dos bandos del conflicto en el Este de Ucrania emplean cada vez más armas pesadas, lo que apunta a un recrudecimiento de la contienda y amenaza con empeorar la ya de por sí delicada situación humanitaria en la región, alerta Vedomosti.
Según el periódico, todos los días se divulgan en internet nuevas imágenes que muestran el uso de carros de combates, blindados, cañones y demás armamento pesado por ambas partes del conflicto.
Estos testimonios gráficos también apuntan a que los milicianos han comenzado a emplear estas armas con más frecuencia. Así, un convoy de fuerzas independentistas que atravesó la localidad de Uglegorsk el domingo pasado incluía cinco tanques, varios lanzacohetes Grad y otras piezas de artillería.
El derribo de un avión militar ucraniano de carga An-26 ocurrido el lunes en la zona de Izvarin es una muestra más de que el conflicto empeora y aumenta el riesgo de que Rusia se vea implicada en él. Cinco de los siete ocupantes de la nave lograron salvarse y afirmaron posteriormente que el An-26 fue derribado por un misil aire-aire lanzado desde Rusia.
La cancillería rusa, que amenazó el domingo con “consecuencias irreversibles” si continúan los disparos desde Ucrania contra zonas fronterizas rusas, no comentó ayer las acusaciones de los militares ucranianos, pero dijo que invita a observadores de la OSCE a puestos fronterizos en territorio ruso sin esperar un nuevo alto el fuego.
