Los túneles subterráneos que los extremistas palestinos usan para pasar de la franja de Gaza a Israel son el blanco principal de la operación militar israelí ‘Margen Protector’ lanzada contra el enclave palestino, según Tel Aviv. Los expertos estiman que la fase terrestre del operativo finalizará solo después de que el 70% o el 80% de los pasos subterráneos queden destruidos, escribe Kommersant.
La operación terrestre comenzó tras el incidente en el poblado de Sufah, donde comandos israelíes detuvieron a 13 radicales que se disponían a adentrarse en Israel por un paso subterráneo con el “propósito de organizar un acto terrorista”.
“Es un antiguo problema. Con ayuda de esos pasos, hace siete años fue secuestrado el soldado israelí Gilad Shalit”, recuerda al diario Benni Briskin, director ejecutivo del Congreso Judío de Rusia.
En medio de las hostilidades actuales, los túneles se han convertido en la mayor amenaza, puesto que facilitan el acceso de terroristas al territorio israelí, explica.
“Los Grad o Kassam son repelidos ahora por el sistema Cúpula de Hierro, mientras todavía no existen tecnologías para localizar pasos subterráneos”, argumenta.
Hacerlo en una zona con mayor densidad de población del mundo es una misión muy difícil. Es por ello que, a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional, la operación en Gaza no parece tener fin por ahora. El Ejército israelí ya advirtió de que no renunciará al operativo en el este de la ciudad de Gaza pese a numerosas víctimas entre la población civil.
Según los expertos, la operación terrestre finalizará una vez que se destruya el 70% o el 80% de los pasos subterráneos y lanzaderas de cohetes.
“Podría llevar varias semanas, a menos que, claro está, ocurra algo extraordinario como un impacto accidental en alguna guardería u hospital. En ese caso, la operación deberá ser abortada”, dice Briskin.
