La milicia libanesa Hizbulá podría tomar parte en el conflicto palestino-israelí para apoyar a los gazatíes, anunciaron los dirigentes del movimiento chií, circunstancia que amenaza con abrir un nuevo frente de guerra para Israel, escribe Kommersant.
El líder del movimiento chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, al sostener ayer una conversación telefónica con los jefes de Hamás y Yihad Islámica, Jaled Meshal y Ramadan Shallah, dijo que sus grupos se preparan a participar en la guerra “contra los ocupantes sionistas”.
Varios cohetes ya fueron lanzados contra Israel desde el territorio del Líbano. Hizbulá promete aumentar la intensidad de los ataques.
Señales alarmantes empezaron a llegar desde el Líbano el año pasado tras la caída en Egipto del régimen de los Hermanos Musulmanes. Hamás reanudó entonces contactos con Hizbulá y con sus aliados del Irán chií. Teherán volvió a prestar la ayuda mensual de 22 millones de dólares a Gaza, también reanudó los suministros de armas que había suspendido por la renuncia de Hamás de apoyar al presidente sirio Bashar Asad en su lucha contra la oposición armada.
Mientras existió la desavenencia con Hamás, Teherán estableció contactos con otro grupo extremista de la Franja de Gaza, Yihad Islámica. De ahí que el desenlace del conflicto palestino-israelí ahora dependa en grado considerable de las autoridades iraníes.
Según expertos entrevistados por Kommersant, a Teherán le conviene mantener inestable la Franja de Gaza, para atarle las manos a Israel y minimizar su capacidad de influir sobre las negociaciones respecto al programa nuclear iraní.
