El Reino Unido mantiene el suministro de armas a Rusia a pesar del embargo anunciado en marzo sobre las ventas de material bélico y productos de doble uso. A mediados de mayo, seguían vigentes 285 licencias para exportar mercancías por un valor total de 131,5 millones de libras esterlinas o 224,5 millones de dólares, publica RBC Daily.
Según el rotativo, así se desprende de un informe publicado la víspera por una comisión del Parlamento británico encargada de controlar las exportaciones de armamento. En particular, la entidad detectó que para el pasado 14 de mayo el Gobierno del país había anulado tan solo 34 licencias de exportación.
La decisión de cancelar todas las licencias vigentes para enviar armas a Rusia fue anunciada el 18 de marzo por el entonces ministro de Exteriores, William Hague. No obstante, el embargo afectó solo a los productos que, según Londres, podrían ser empleados contra Ucrania.
El mismo mes de marzo, las autoridades británicas suspendieron 15 licencias para las exportaciones directas a Rusia y otras 13, para el suministro de productos que podrían llegar al país eslavo a través de otros países, como Francia, Italia o Sudáfrica. Entre las mercancías ahora prohibidas figuran componentes para material aéreo, naval y terrestre, tecnologías para detectar y desactivar explosivos y software criptográfico.
También fueron retiradas seis licencias para la venta de elementos de alta tecnología, en particular para misiles aire-aire. De esta forma, se cancelaron entregas por un total de 63 millones de dólares.
Las exportaciones de armas británicas a Rusia que aún continúan se contradicen con las duras críticas contra Moscú por las que el Reino Unido destaca entre sus socios europeos, indica RBC. Así, el pasado lunes el primer ministro David Cameron volvió a exigir sanciones más contundentes e instó a los demás países comunitarios que sigan el ejemplo de Londres y suspendan el suministro de armas a Rusia.
John Stanley, presidente de la comisión británica que detectó la brecha entre las palabras y los hechos del Gobierno británico, remitió el lunes una carta a nombre del nuevo canciller, Philip Hammond, en la que pidió explicar por qué de las más de 300 licencias de exportaciones militares solo se retiraron 34, y si las cosas han cambiado o van a cambiar a raíz del siniestro del avión malasio.
Un escrito similar fue enviado la víspera también al primer ministro Cameron, dijo a RBC una fuente de la comisión.
