Los registradores de vuelo del Boeing malasio siniestrado en Ucrania no pueden por sí solos esclarecer las causas de la tragedia que dejó 298 muertos. Los expertos internacionales al mando de la investigación quieren poner juntos todos los fragmentos del avión recogidos para tener el cuadro completo de lo que ocurrió, escribe hoy Kommersant.
Este método, según el diario, ayudó a los expertos a establecer que en 2001 el avión de pasajeros Tu-154 que cayó en el Mar Negro fue derribado por un misil ucraniano.
En el caso del Tu-154 las marcas en el fuselaje y las alas del avión permitieron a los especialistas descartar un ataque terrorista, pues el impacto se produjo por fuera, coincidieron los investigadores.
Aseguró que algunos miembros de la comisión para el esclarecimiento de las causas de la tragedia no creían hasta el último momento que el avión pudiera ser derribado por un misil, pero todas sus dudas se esfumaron después de que todos los fragmentos de la aeronave fueran juntados.
“Tenemos la triste experiencia de investigaciones de este tipo”, explicó al tiempo de añadir que precisamente por eso Rusia critica los intentos de Kiev de publicar los resultados preliminares de la investigación de la caída del Boeing malasio.