Los vuelos de reconocimiento sobre Siria autorizados por la Casa Blanca para vigilar a los yihadistas del Estado Islámico (EI) podrían ser un paso hacia la intervención militar de EEUU en el país árabe. Sin embargo, al lanzar esa operación, el presidente Barack Obama apoyaría al líder sirio Bashar Asad, a quien lleva años intentando derrocar, publica Kommersant.
Según el Pentágono, la medida obedece a los objetivos de la operación contra el EI que EEUU continúa en el vecino Irak. A principios de agosto, Obama decidió lanzar ataques aéreos contra las posiciones yihadistas en el norte iraquí, donde poco después aterrizaron 130 asesores militares norteamericanos.
La nueva orden del presidente no fue comentada desde la Casa Blanca, que no obstante dio a entender que no se descarta una operación militar contra el EI en Siria. Según un alto cargo militar norteamericano, esa operación tendrá lugar si existe una amenaza para la seguridad nacional de EEUU.
Aunque el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró que EEUU “no está interesado en socorrer al régimen sirio”, en caso de atacar las posiciones islamistas Washington se pondría del lado del presidente Bashar Asad cuyo derrocamiento busca desde hace años.
Y es que la operación estadounidense contra el EI ayudaría a Damasco a recuperar el control de esa zona del país.
El Gobierno sirio da a entender que una operación externa contra los yihadistas sería posible siempre y cuando estuviera consensuada con las autoridades del país.
“Siria está dispuesta a cooperar y realizar coordinación a nivel regional e internacional para luchar contra el terrorismo. Pero cualquier intento de hacerlo debe acordarse con el Gobierno sirio”, recalcó el canciller sirio, Walid Mualem.
Sin embargo, EEUU ya dijo que el posible operativo en Siria se decidirá sin participación de Asad.
