El incumplimiento de las órdenes del Gobierno a veces resulta benéfico para la industria rusa, escribe el diario Izvestia. Así ocurrió con el sistema ruso de navegación por satélite Glonass, que se salva de las sanciones occidentales gracias a que el Ministerio de Defensa lleva dos años sin cumplir la orden del Gobierno de aprobar su uso.
De haberse cumplido la orden, el sistema sería considerado militar, todos los suministros de piezas para sus componentes quedarían prohibidos y los fabricantes de los equipos para la red orbital Glonass se enfrentarían a graves problemas, pues un 60% de las piezas de sus aparatos espaciales son extranjeras.
Mientras, siguen recibiendo sin problemas las piezas necesarias a través de la empresa Sinertek, fundada en 2005 por la empresa Sistemas Espaciales de Rusia (RKS) y dos fabricantes de equipos para satélites, la francesa EADS Astium SAS y la alemana Tesat Spacecom.
En particular, Sinertek suministra los equipos de a bordo de los satélites Glonass-M y Glonass-K, y en particular los amplificadores de señal.
Según la RKS, ya ahora están totalmente garantizados todos los lanzamientos previstos para este y próximo años y, mientras, ya está buscando a futuros proveedores, capaces de reemplazar a las compañías de Estados Unidos y Europa.
Varias decenas de empresas rusas y chinas ya expresaron su interés de participar en el proyecto.
Los contactos con los productores chinos comenzaron ya el año pasado, cuando surgieron los primeros síntomas de que los suministros desde Estados Unidos pueden ser cortados.
