El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha presentado un plan de paz de siete puntos para el arreglo en Donbás que incluye la retirada de las fuerzas de Kiev de la zona del conflicto. Los bandos están dispuestos a pactar un alto el fuego pero las negociaciones sobre el estatus de las repúblicas autoproclamadas del este de Ucrania van a ser difíciles, comentó a RBC Daily una fuente próxima al Kremlin.
El plan de Putin propone en particular cesar las operaciones de ofensiva de las tropas ucranianas y las fuerzas milicianas; establecer un eficaz control internacional del cumplimiento de las condiciones del alto el fuego; excluir el uso de aviones de combate contra civiles y poblados en la zona del conflicto; organizar un canje de prisioneros "todos por todos", y abrir corredores humanitarios para el paso de refugiados y ayuda humanitaria.
El mandatario ruso confía en que Kiev y Donbás puedan alcanzar un acuerdo durante el encuentro del grupo de contacto previsto para el 5 de septiembre en Minsk.
La fuente próxima a la administración del Kremlin indica que en los anteriores encuentros en la capital bielorrusa y también en la conversación telefónica entre Putin y el presidente ucraniano Petró Poroshenko este miércoles hubo cierto progreso.
Pese a que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tuvo que rectificar las primeras informaciones de que los dos líderes acordaron el cese del fuego en Donbás y explicar que “Rusia no puede acordarlo porque no es parte del conflicto”, la fuente de RBC Daily opina que Poroshenko sí estaba dispuesto a declarar el alto el fuego y Putin sí podría, directamente o no, llamar a los independentistas a aceptar la tregua.
Una vez pactado el armisticio, continúa, se harán posibles las negociaciones sobre el estatus de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, pero el diálogo promete ser complicado.
Por un lado, hasta entre los dirigentes de los milicianos se dan discrepancias en cuanto a si aceptarán permanecer en el seno de Ucrania y bajo cuáles condiciones. Pero tampoco en Kiev se observa una postura homogénea respecto al conflicto en el Este y hay quienes abogan con fervor por una “guerra hasta el final”, subraya la fuente.
Además, hasta si se consigue un alto el fuego, indica, no se puede garantizar que Poroshenko sea capaz de asegurar que sea observada también por las formaciones armadas que reciben dinero de los oligarcas ucranianos.
Mientras los propios milicianos han anunciado que aceptarán la tregua solo si las tropas ucranianas se retiran de Donbás y han exigido además que Poroshenko participe personalmente en las negociaciones, el experto militar ucraniano Konstantín Mashovets opina que un alto el fuego sí favorecería a ambos bandos del conflicto, pero “no eliminará las causas fundamentales de la crisis”.
