Los suministros de productos alimenticios a Rusia han caído un 7,5% desde que Moscú embargó por un año las importaciones agrícolas y de alimentos de EEUU, UE, Australia, Canadá y Noruega en respuesta a las sanciones que estos países le impusieron a raíz de la crisis en Ucrania, según la estadística aduanera, escribe Kommersant.
Los suministros de leche, carne de cerdo, pollo y verduras cayeron hasta un 60%. Por el momento, esta caída está compensada con las reservas acumuladas. Sin embargo, el mercado ha registrado ya el creciente déficit de los productos afectados por el embargo. Los exportadores no sujetos a las sanciones responden a los cambios con una subida de precios, igual que los productores rusos.
Según los economistas, eso significa que la política de la sustitución de las importaciones no llegará a ser locomotora de la economía rusa.
El jefe del departamento del comercio exterior del Instituto de la Política Económica de Gaidar, Alexandr Knobel, indica que una subida del 50% del coste de los suministros de carne de vaca procedente de Argentina y Brasil de momento ha causado un aumento del precio de un 15%.
La vice directora del Centro del Pronóstico Económico de Gazprombank, Daria Snitko, opina que cabe esperar el mayor aumento de los precios de las verduras en enero 2014-febrero 2015. La situación más crítica se creó en el sector de productos lácteos donde las importaciones cayeron un 57%. El embargo sobre las importaciones de la UE actualmente se compensa con el aumento de los suministros de leche de Bielorrusia y de la producción nacional, así como con las reservas almacenadas.
"La experiencia de muchos países demuestra que la política de la sustitución de las importaciones conlleva una caída del bienestar del pueblo", advierte Knobel.
