El alto el fuego en el este de Ucrania está en entredicho por el creciente número de muertos en ataques de artillería. Tampoco parece prosperar la idea de una solución política a través de la ley de estatus especial para Donbás, criticada tanto por las milicias como por varios sectores políticos de Kiev, recoge este jueves Kommersant.
Las autoridades de Donetsk informaron la víspera sobre intensos combates en la zona del aeropuerto que causaron importantes daños a la infraestructura urbana. Además, los bombardeos de la ciudad se cobraron la vida de al menos otros dos civiles, según las mismas fuentes.
Los independentistas responsabilizaron de esos ataques al Gobierno de Kiev que a su vez los culpó de violar la tregua y dio a entender que no piensa suspender su operación militar, cuyo coste ronda ya los 5.000 millones de dólares.
Pese a este cruces de fuego y acusaciones, el cansancio por el conflicto aumenta, sostiene el politólogo ucraniano Dmtri Dzhanguírov, quien augura que el este de Ucrania continuará "una frágil y quebradiza tregua que ambos bandos querrán vender como paz". Al mismo tiempo, se muestra convencido de que "los bombardeos cesarán solo si se realiza el principio de separación de los bandos".
La ausencia de una "línea de separación" no es el único escollo para acabar con el conflicto. La recién aprobada ley de estatus especial para Donbás ha suscitado polémica tanto en el este como en la propia capital ucraniana. Así, las milicias rechazaron una de sus cláusulas que prevé la celebración de elecciones anticipadas en las regiones rebeldes.
Por su parte, la ex primera ministra Yulia Timoshenko anunció que su partido Batkivschina llevará la nueva norma ante el Constitucional, mientras que ultranacionalista del Pravy Sektor se manifestaron frente a la sede de la Administración presidencial acusando al Gobierno de "rendirse ante el agresor" y traicionar los intereses nacionales".
