En 2014 el volumen de inversiones chinas en el extranjero superará por primera vez las inversiones hechas por otros países en la economía de China, según informa el diario Nezavisimaya Gazeta.
El papel del país oriental en la economía global aumenta cada año, las empresas chinas compran inmuebles, yacimientos, establecimientos del sector financiero. EEUU intenta obstaculizar ese avance y trata de crear su propio bloque de aliados en Asia.
Las inversiones directas chinas en el extranjero aumentaron este año un 24,6% en comparación con el año pasado, y posiblemente el año próximo el país se convierta en uno de los inversores más importante a nivel mundial.
Casi el 70% de las inversiones van dirigidas a Hong Kong, que se considera en ese caso como un país extranjero, pero un gran por ciento de capitales son destinados a países en vías de desarrollo.
Una nueva muestra de la rivalidad entre China y EEUU es la situación existente con la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras. La mayor parte de su capital debía provenir de Pekín. Muchos países, entre ellos Corea del Sur, Australia e Indonesia mostraron al principio interés por participar en el proyecto, pero aún no aparecen entre los fundadores del banco, se supone que a consecuencia de la presión ejercida por EEUU.
Esté país declaró abiertamente que dudaba de que el futuro banco estuviera dispuesto "a colaborar con los altos estándares de protección de los derechos humanos y de la ecología".
