Los políticos rusos estaban seguros de que los intereses materiales obligarían a Francia a cumplir el contrato para el suministro de los buques Mistral, pero no ha sido así, escribe el jueves el diario Vedomosti.
Si Francia cumple con el contrato, no sólo estropeará sus relaciones con EEUU y los países de Europa Central y del Este, sino también sufrirá importantes pérdidas en el mercado de armamento.
La francesa DCNS, fabricante de los Mistral, participa en la modernización de los astilleros de Gdansk en Polonia, construye barcos conjuntamente con empresas alemanas y tiene voluminosos contratos con Brasil.
París ya se había sumado a sanciones pese a las pérdidas financieras. Así, en 1967 el presidente De Gaulle prohibió suministrar a Israel lanchas lanzamisiles y 50 aviones Mirage.
Dos años después los marineros israelíes robaron esas lanchas, pero Tel Aviv no llegó a recibir los Mirage.