Rusia renunció al proyecto del gasoducto South Stream y decidió reorientar los suministros hacia Turquía, algo que, según el diario RBC Daily, puede convertir el país otomano en un importante transportador del gas ruso.
El South Stream, un "proyecto del siglo" por valor de casi 24.000 millones de euros, hubiera trasegado a la Unión Europea unos 63.000 millones de metros cúbicos anuales del gas ruso a partir de 2018 eludiendo el territorio de Ucrania.
Al anunciar este lunes la decisión de archivar el proyecto, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, la atribuyó a los obstáculos que ponen a su realización la Comisión Europea y Bulgaria. "Tomando en cuenta que hasta el momento no hemos recibido la autorización de Bulgaria, consideramos que en estas condiciones Rusia no puede seguir adelante con el proyecto", afirmó Putin en Ankara.
El analista de Sberbank CIB, Valeri Nésterov, dijo en comentarios a RBC Daily que "de hecho no fuimos nosotros, sino la UE que ha tomado la decisión".
Según el experto, el proyecto fue importante para garantizar suministro fiable del gas ruso a Europa y muy atractivo para algunos miembros de la UE, "sin embargo últimamente en Bruselas las decisiones las toman unos burócratas poco experimentados".
Nésterov advierte que la renuncia al South Stream afectará negativamente los envíos adicionales del combustible ruso a la UE aunque a la vez estima que los accionistas de Gazprom acogerán la decisión con alivio pues impulsará a la empresa rusa a intensificar su expansión a los mercados asiáticos.
Putin anunció a la vez que Rusia diversificará la geografía de las exportaciones de gas y las reorientará en particular hacia Turquía.
Afirmó que Moscú y Ankara han acordado aumentar la capacidad del gasoducto Blue Stream y que se examina también la posibilidad de construir un nuevo gasoducto, aprovechando las infraestructuras planeadas para el South Stream, para "satisfacer las crecientes necesidades de la economía turca".
Además, el mandatario ruso dijo que es posible la construcción de un centro de distribución de gas para los consumidores del sur de Europa en la frontera turco-griega.
